La eficiencia pasa por una hoja de ruta clara y el sentido común

Una hoja de ruta clara y concreta, con directrices marcadas por los profesionales –no por los políticos de turno– y sobre todo, aplicar el sentido común. Esta es la receta para un uso eficiente de los recursos y la producción sostenible prescrita por los expertos reunidos ayer para participar en la mesa redonda del foro en el hotel Palacio del Carmen de Santiago.

Una tertulia, a la que acudieron el responsable de Negocio Eólico en Galicia de Iberdrola, Francisco Caamaño Martínez; el presidente de la Fundación Galicia Sustentable, Juan Marcos Pérez Gulín; la consultora en Medio Ambiente y PRL, Verónica García Correa y la responsable en Biotecnología de EnergyLab (centro tecnológico de eficiencia y sostenibilidad energética), Ángela Rodríguez Abalde.

Bajo la batuta de Olimpio Manuel Pérez Castro, ingeniero técnico industrial vinculado al sector medioambiental y que ejerció de moderador, Francisco Caamaño inició el debate centrándose en el medio rural y constatando la intención de Iberdrola de sacar el máximo provecho posible a fuentes naturales como la biomasa o el biogás de manera sostenible y, por supuesto, sin agredir al medio. "Siempre tuvimos interés en desarrollarla, pero la estructura de la propiedad y la orografía de Galicia hace a difícil la optimización de estos recursos", dijo.

En esta línea, Ángela Rodríguez avanzó que se está investigando el potencial de la biomasa aplicado a la gasificación y aludió a las posibilidades del purín para la producción de energía.

Verónica Garcia, por su parte, incidió en la importancia de la gestión ambiental dentro de las industrias y en las posibilidades que ofrece para disminuir el consumo de recursos. Así, recordó que en época de crisis, muchas industrias, en vez de maximizar su inversión, optaron por recortar en medios y personal dedicados a este fin.

"Además de cumplir con la legislación y las demandas de los proveedores, con una adecuada gestión ambiental se pueden obtener rentabilidades a corto plazo tanto desde el punto de vista del medio como económico", puntualizó.

Más a largo plazo, el presidente de la Fundación Galicia Sustentable defendió la necesidad de pensar no solo en la actualidad sino en el planeta en el que van a vivir las próximas generaciones. Juan Marcos Pérez instó a reflexionar sobre lo que la comunidad quiere priorizar en sus montes, decidiendo si apuesta por su valor paisajístico, forestal, eólico, que consideró complementarios.

"Me atrevería a decir que Galicia nunca va a ser potencia aeroespacial", vaticinó, para llamar a concentrarse en el verdadero potencial que tiene. "No tenemos claro a qué dedicarnos", identificó como raíz del problema.

Tras estas primeras intervenciones, la tertulia dio un giro hacia el papel de la Administración en la gestión eficiente de los recursos, donde no faltaron las alusiones a las infraestructuras. "Justo cuando el aeropuerto de Vigo pierde más pasajeros se está haciendo un parquin gigantesco" apuntaron. En materia de transportes, García sugirió que las empresas también faciliten alternativas para que sus trabajadores se desplacen al centro trabajo.

La utilización de residuos que produce una empresa se está potenciando desde Europa y a nivel español "vendrían bien cambios legislativos e incentivos económicos", reflexionó más adelante la responsable de Bioenergía de EnergyLab.

Verónica García reclamó una mayor coordinación entre las diferentes áreas. "La Administración a veces complica mucho el aprovechamiento de los recursos y no facilita la economía circular", es decir, aquella que propone un nuevo modelo de sociedad que utiliza y optimiza los flujos de materiales, energía y residuos para mejorar la eficiencia.

A este respecto, en una charla en la que los participantes interactuaron con el público, uno de los asistentes, el doctor Ignacio Balboa, puso el dedo en la llaga cuando criticó los continuos cambios normativos, "que crean una enorme inseguridad jurídica y hacen que quien haya puesto su dinero en un proyecto pueda perderlo y quien estuviese pensando en invertir ya no lo haga". "Lo que no se puede es cambiar de burra en mitad de la carrera", puso como ejemplo ilustrativo de la situación.

Galicia, expuso el representante de Iberdrola, recogiendo el guante, fue durante muchos años primera potencia eólica de España con sus 3.200 megavatios (MW) de pontencia instalada, un puesto que perdió con el parón de las inversiones provocado "por cambiar las reglas a medio partido". "La Administración debe dejar que los que saben de un campo, los técnicos, los expertos, sean quienes marquen las directrices. Ella si quiere que coordine".

Caamaño abogó por aplicar la racionalidad. El sentido común. En el caso del aprovechamiento de los recursos energéticos fue muy claro: "Hay que apostar por la eólica donde haga viento y por la energía solar donde haya sol. Si actuásemos así nos ahorraríamos mucho dinero", enfatizó.

Más ejemplos: "Lo más lógico sería acercar la generación de energía a donde se va a consumir. No puede ser que los costes del transporte hagan el proyecto inviable". "En España hay más de 8.000 ayuntamientos. Eso es un uso ineficiente de los recursos que sale de nuestros bolsillos", finalizó el responsable de la empresa energética.