Galicia ya investiga seis casos de niños robados, que serán "muchísimos más"

Al menos media docena de casos de niños robados hace varias décadas "presentados por particulares" están oficialmente en los juzgados gallegos, tres en la provincia coruñesa y otros tantos en la de Pontevedra, según datos de la Fiscalía General de Galicia, que apunta que Lugo y Ourense forman junto con Cuenca las tres únicas provincias españolas que carecen de denuncia alguna, por el momento.

El abogado Enrique Vila Torres, de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) eleva un poco la cifra de casos conocida en principio. Sitúa el número en una docena entre las 261 demandas que "de forma conjunta" presentó el pasado 27 de enero ante la Fiscalía General del Estado, en Madrid.

Enrique Vila tuvo conocimiento del primer caso de estas características en España hace diez años, cuando le llegó al despacho una partida de nacimiento falsificada. "No le di mucha importancia porque lo vi como un caso aislado", mantiene el letrado. "Pero, cada vez me iban llegando más, hasta que uno de mis clientes, Antonio Barroso, hoy presidente de Anadir, se decide a denunciar y le archivan la denuncia".

Pensaron ambos entonces en crear una asociación de afectados y en denunciar conjuntamente. "Y, ha hecho falta, como tantas otras veces en España, que haya una presión mediática y presión de la gente para que la justicia se ponga en marcha", remarca el abogado de Anadir. "Cuando denunciamos en enero los 261 casos a la vez, el fiscal general del Estado, dada la presión que había y el volumen que tomó el asunto ordenó a todas las fiscalías provinciales investigar".

Desde entonces, se multiplicaron las sospechas. "En estos momentos ya hay 1.200 apuntados en una lista de toda España". Y, como los casos "son proporcionales a la población", Enrique Vila mantiene que a día de hoy Galicia registrará ya "muchísimos más" que aquella docena inicial que tiene contabilizada.

De esa cifra, hay una pequeña proporción de adopciones irregulares, en las que pese al barniz legal la madre no habría dado el consentimiento al proceso, pero la gran mayoría "son compras de niños robados o inscripciones falsas".

Según explica el abogado, "hay siempre un médico que decide quitarle el niño a una madre biológica que acude a dar a luz al hospital y un intermediario que capta a los padres".

El captador estaría siempre al acecho. "Cuando los padres se ponen en las listas de espera para una adopción legal con un abogado o a través de una casa cuna, siempre aparece alguien que les dice: En vez de adoptar, compren, que es más rápido, más seguro y nunca quedará rastro de que este niño no es suyo", aclara el letrado.

Además, también funcionaría el boca a boca. "No era una cosa oficial porque era delito, pero era una cosa que la gente sabía". "Si queréis un niño id a tal sitio y preguntad por tal persona", era la norma.

Enrique Vila está convencido, sin ninguna duda, de que funcionaban como una organización. "No sé si hacían reuniones o no y si tenían una dirección, pero sabían a donde tenían que llamar", advierte.

Y, no sólo se refiere a los captadores, sino que incluye asimismo a los médicos. "Los doctores que eran capaces de hacer esta barbaridad tenían también el listado de diez, doce o veinte intermediarios, que proveían a los padres compradores", añade.

RED TODAVÍA SIN DESENTRAÑAR. En todo caso, el abogado precisa que "todavía no está desentrañada" la forma de actuar que, eso sí, se asentaba sobre los pilares del médico y el intermediario o captador.

Para que se entienda que había organización, pone dos ejemplos. Unos padres valencianos querían comprar un niño. Estuvieron esperando que se lo entregaran en Bilbao y como no fue posible lo cogieron en Melilla. "La intermediaria de Valencia sabía a qué hospitales tenía que llamar para que le dieran un bebé".

La comunidad gallega también tiene su caso de este tipo. "Unos padres de Ceuta acabaron comprando en Galicia". No desvela exactamente en dónde, pero remarca que en Vigo hay "muchos afectados del Hospital Xeral".

Enrique Vila, que tiene publicado por la editorial Planeta el libro Historias robadas, un relato novelado que pone sobre muchas pistas y acerca al lector a este episodio oscuro de la historia reciente de España, concluye que, por ahora, todavía "no se ha resuelto ningún caso" de los planteados.

xleiro@elcorreogallego.es