González Vélez: "Con el mismo bienestar, las casas podrían ahorrar el 40 por ciento en energía"

Para frenar el calentamiento global, el planeta necesita dejar de depender del petróleo y del carbón. José María González Vélez, presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), cree que fuentes como la eólica, la solar o la hidráulica tienen mucho que decir en el nuevo escenario. González será uno de los ponentes del Foro Energías Renovables y Cambio Climático, organizado por el Grupo Correo Gallego, y que se celebrará en el Hotel Araguaney de Santiago.

_ ¿Los países occidentales podrán adaptar a tiempo su modelo energético para no sufrir las consecuencias del cambio climático?

- En España estamos incumpliendo mucho, no estamos alcanzando los niveles que tendríamos que tener. Las renovables son un factor importante de lucha contra el cambio climático, pero además yo destacaría su autonomía energética. Son autóctonas y por tanto existe una seguridad en el suministro.

- ¿Es posible que llegue a producirse toda la energía de renovables o se necesitan otras?

- Hoy se necesitan otras. Los objetivos de Europa son del 20% de energía de renovables.

- ¿Cómo está España con respecto a ese porcentaje?

- Por debajo de los objetivos marcados por este Gobierno en el plan de energías renovables de 2005-2010. Los objetivos eran del 12% y estamos un poco por encima del 8, pero contando la gran hidráulica, que no va a poder hacer más. No hemos hecho los deberes, nos ha faltado un poco de carrerilla.

- ¿Cuánta se podría producir?

- Tenemos capacidad y tecnología para hacerlo por encima del 12 que fija España o del 20 por ciento que marca la UE.

- ¿Cuál es el problema?

- Una voluntad política real de hacerlo. El sistema debe dejar de utilizar la energía eléctrica como un instrumento de política económica. Hoy se nos tilda de caros y ese es el primer inconveniente para el desarrollo.

- No parece estar de acuerdo.

- En el foro del jueves intentaré demostrar que las renovables son un buen negocio para España y para el consumidor, porque somos más baratos que el resto de las otras tecnologías.

- Pero a largo plazo. En la eólica, por ejemplo, ¿en cuánto tiempo empiezan a dar beneficios?

- Tienen periodos de maduración de 12 ó 14 años. En cuanto a lo caro o no, pongo un ejemplo. ¿Es más cara una autopista de peaje o una autopista abierta al tráfico sin peaje? Es lo mismo, hacerla vale igual. Pero una cosa se paga con los presupuestos del Estado y la otra se paga cuando se utiliza. Eso es lo que pasa con las renovables. Como sí que tienen primas se aplican en la tarifa y se ven, es como el peaje. Pero eso no quiere decir que las demás no cuesten, porque tienen muchos costes externos.

- ¿A cuáles se refiere?

- El coste de contaminación, por ejemplo. Cuando pagas un kilowatio hecho con lignito de Meirama es 340 veces más contaminante que el hecho con una minicentral hidráulica, eso se paga por costes del Estado. Esto puede ser demagógico, pero ¿la guerra de Irak es una guerra energética o qué es? ¿Cuánto cuesta el que estemos en ella? ¿Cuánto vale el que estés utilizando una energía fósil que ha tardado miles de años en formarse y que nos lo estemos comiendo en cinco generaciones? Todas esas cosas son costes que hay que contar, no se puede decir que como esto no se ve, pues no existe.

- ¿No habría que impulsar más el autoabastecimiento energético, sobre todo en los hogares?

- Obviamente. Si se hicieran políticas de ahorro y eficiencia energética reales, en el sector doméstico se podría llegar a ahorrar un 40% de la energía que consumimos, sin menoscabar un gramo nuestro bienestar, no es que tengamos que pasar frío. El sector doméstico y de la pequeña industria consume un tercio de toda la energía primaria. Si ahorramos un 40% sobre ese 30% da la casualidad de que es un 12% sobre el total, que coincide con los objetivos de producción de energías renovables.

- El Código Técnico de la Edificación exigió la instalación de placas solares. ¿Es todavía insuficiente?

- Ese código técnico lo que vino fue muy tarde. España lo incorporó con denuncias y con castigos por parte de la UE por su retraso. Justo coincidió además con el posbum de la construcción, por lo que ha tenido un efecto real entre cero y nada, porque ya todas las casas estaban construidas. Además, se entendió mal por parte de los promotores, como un coste extra. Yo si me hubiera dedicado a la construcción lo habría usado como argumento de venta, le diría al cliente que compra una edificación eficiente.

nsequeiro@elcorreogallego.es