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Carreira Pedestre Popular de Santiago

De la fontanería al atletismo sólo hay un paso

María Barbazán se mueve entre llaves inglesas y todo tipo de herramientas durante la semana y en festivos, sábados y domingos respira el atletismo como juez árbitro

Corrió la Carreira Pedestre de Santiago y califica aquella participación como «gigantesca, mágica»

El 26 de octubre vivirá la prueba atlética compostelana como delegada del Comité Gallego de Jueces.

María Barbazán, fontanera y delegada en Santiago del Comité Gallego de Jueces de atletismo.

María Barbazán, fontanera y delegada en Santiago del Comité Gallego de Jueces de atletismo. / Antonio Hernández

Víctor Furelos

Víctor Furelos

Santiago

María José Barbazán Sueiro nació en París. Hija de emigrantes retornaría a Santiago en su adolescencia y por esas cosas que tiene la vida en su camino apareció una compañera de clase que le ofreció incorporarse a su club de atletismo, deporte que practicaba en Francia. Esa compañera hoy en día es su cuñada, la hermana de su marido, Moisés Iglesias, fontanero de profesión con el que está al frente de Fontanería y Calefacciones Uzal, y también ligado a este deporte. Con dos hijas y el trabajo fue cambiando el pantalón corto por el chándal para ejercer de juez árbitro, siendo en la actualidad la delegada en Santiago del Comité Gallego.

¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del atletismo?

Yo en Francia estaba en un colegio interno de hijos de emigrantes y para ocupar un poquito todas las horas que teníamos allí nos metimos en diferentes actividades entre ellas atletismo. Hice atletismo, al venir para aquí para mí era todo nuevo, tampoco dominaba el idioma... Más bien por timidez me encontraba fuera de lugar y mis padres tampoco se movieron mucho en el aspecto de buscar un sitio en el que siguiera haciendo el deporte que hacía en París, más bien se dedicaron a seguir trabajando y sacar los hijos para adelante, que ya es bastante.

¿Y una vez en Galicia como llega al atletismo?

Una gran casualidad. En el colegio en el que estuve conocí a la hermana de Moisés, que hoy es mi marido. Y hablando de lo que hacía en Francia, ella me dijo que estaban en un club de atletismo, que si quería probar que me presentara, y así fue como empecé. Aquí estuve muy poco vinculada al atletismo, porque sí que es verdad que los estudios me ocupaban mucho tiempo. No encontraba lo que era un horario para llevar todo. Cuando conocí a Moisés me volví a meter, después nos casamos, tuvimos a las dos niñas, lo volví a retomar, pero ya llegó el momento en que no era compatible... familia, el estudio de las niñas, el cole, entonces ya lo dejé. Pero me pasé al otro bando.

¿Qué bando es ese?

Me metí a juez para no perder la vinculación con el atletismo porque al final tienes esa vinculación tan fuerte y ves que tu pareja lo sigue practicando... mi hija también estuvo muy ligada hasta hace poquito. Mis suegros también estuvieron en el mundillo. Entonces, al final es como seguir teniendo un enlace ahí con el deporte. Es inexplicable. Algo que está ahí y te atrae. Como si tuvieras esa necesidad.

Y ahora a lo largo de la semana de fontanera y cambia el uniforme para el fin de semana...

Sí. Dejo las herramientas y nos pasamos al otro lado, también se disfruta, es... no sabría explicarlo, es una sensación como de estar al otro lado pero es como seguir ahí

¿Qué prefieres? Pista, pedestrismo...

Yo soy de pista, me gusta más, disfruto más, porque aparte de eso también soy directora técnica. Me encargo de montar un poquito la pista y es lo que a mí me gusta. Soy una persona activa, necesito estar haciendo algo. Aunque soy todoterreno me apunto y adapto a todo tipo de pruebas: pista, ruta, trail, campo a través... me da igual. Sí que estoy en las populares igual, cogiendo llegadas, pero necesito moverme. Estar muy estable, lo hago, disfruto igualmente, hablas con los compañeros, con atletas pero necesito la chicha esta que te trae la pista, que es andar de un lado para otro, ver que todo funciona, que no falta nada...

¿Y cómo fue lo de presentarte para ser la delegada?

Nada, esto me vino un poco de forma inesperada. El delegado anterior se iba a casar. Él me pidió si por un par de meses lo podía sustituir. Yo, buenamente, dije que no había problema ninguno. Me explicó un poquito todo lo que había que hacer y ahí estuve. Al finalizar la temporada, tanto él como el Comité Gallego de Jueces me ofrecieron seguir en el cargo. Y como yo ya estaba más o menos formada en el tema, pues ya me dijeron, ¿te animas? Pues venga, vamos, seguimos. Y aquí estoy.

La Pedestre representa una de las pruebas más importantes"

¿Para la delegación de Santiago qué significa esta carrera pedestre?

A ver, yo no puedo hablar en nombre de la de la delegación en sí, yo puedo hablar desde mi punto de vista. Representa una de las pruebas más importantes, ya no solo por la multitudinaria participación sino por la historia que tiene consigo. Y creo que, si no todos los jueces casi todos alguna vez la corrimos. Aquí se puede decir eso de «No eres de Santiago si no la corriste alguna vez». Yo la primera vez que la corrí fue el primer año que vine de Francia. Fue algo gigantesco, mágico. Unos nervios que te recorren todo el cuerpo, verte ahí en el medio de esa gente, porque es una multitud de gente, te hace vibrar. Ya estar allí antes de la salida, la preparación previa, ver toda esa cantidad de gente calentando, hablando, comentando, la zona vieja, que si la cuesta de Vite… esos nervios previos te dan esa fuerza de decir, la voy a hacer, la voy a correr. Y no una vez, dos, tres... Fueron varias veces. Hasta que ya, por motivos también de salud, ya tuve que dejar lo que es el nivel de competición. Ya me dediqué a las Corresans, que eran más pequeñitas, o a las 3K.

Los jueces de Santiago siempre disfrutan también de la carrera, ¿no?

Sí, no cabe duda que sí. Creo que si te metes en este mundo es porque realmente te gusta y tienes alguna vinculación. Bien sea porque seas atleta o tienes a alguien de tu entorno que sea atleta, sino no... te tiene que gustar demasiado. Porque no cabe duda que los que trabajamos durante la semana no voy a decir hipotecamos, pero sí que es verdad que estamos todos los fines de semana, sábados, domingos, festivos, en pruebas. Entonces, te tiene que gustar. Haga sol, llueva, hay días que te cae el sol a plomo como para desmayarse y es igual, estás ahí. Otros días te empapas y es igual, sigues ahí. Te tiene que gustar, sino no estás.

Dentro de tu experiencia como juez, ¿qué atleta destacarías?

De juez llevo cerca de ocho años. En esa época vi un sinfín de ellos. En populares Lolo Penas, Amador Pena, Nuno Costa, las hermanas Brea (Jeslyn y Edymar), Tina Fernández... Es que yo soy más de pista, entonces me tira más por ahí. Y dentro de la pista Adrián Ben, Mauro Triana, Belén Toimil, Ana Peleteiro, los hermanos Chamosa (Antía y Dani), Abi Iglesias... En el nivel absoluto son pruebas muy vistosas, pero casi me tira más las categorías inferiores. Cuando se están formando los atletas, cuando ves el progreso, los ves crecer en el atletismo. Entonces esa es la etapa que mí me gusta. Me gusta mucho el hijo de Casañas como lanzador, las hermanas Paniagua (FDemeku y Debris), Xela Martínez, entre otros. Tenemos muy buenos atletas, buena cantera, como se dice.

¿Y qué pruebas más difíciles de ser juez?

Quizá lo que voy a decir está mal dicho. No me gusta la marcha, no es que no la entienda, no sé hasta qué punto soy capaz de poder juzgarla o no correctamente. Hay que mirar muchas cosas, hay que fijarse mucho y para mí quizás sea la más difícil de todo lo que es el atletismo a la hora de juzgar.

¿Y qué salud tiene la delegación de Santiago de jueces?

Hay mucha juventud y vienen cada vez más gente que se interesa. En la delegación de Santiago sí que es verdad que hubo un antes y un después. Vino un boom y tenemos mucha gente joven. ¿Qué pasa? Que esta gente joven está con estudios de Universidad. Entonces, sí que a la hora en la que te hacen falta pecan, que es normal, porque tiene prioridad estudiar, exámenes, trabajos, entonces sí que hay en determinadas épocas del año que nos vemos como un poco cojos en jueces y es cuando tenemos que apelar a que nos aporten de fuera, pero hay mucha juventud y lo bueno es que va de boca en boca. Ahora el 29 de noviembre hay otra convocatoria de examen de jueces y los que se presentan para la delegación de Santiago son de 17 y 18 años, es juventud total.

¿Cuántos jueces hay en Santiago?

Pues ahora somos 32 con licencia. Estamos ahí en el medio, hay delegaciones que tienen bastantes más y hay otros que tienen menos. Pero bueno, peleamos y sacamos lo que haga falta. Vienen los jóvenes que tiran mucho de los que somos un poco más mayores. Se fían. Nosotros aportamos conocimiento a los jóvenes, pero ellos nos aportan energía, ganas, vitalidad. Lo que nosotros vamos perdiendo con la edad, ellos nos lo aportan. Hacemos un buen equipo. Cuantas veces un domingo te quedarías en casa descansando, pero miras para ellos y piensas que si ellos pueden, yo también. Y eso es bonito.

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