Dodro pide que se admita que fue expoliado y que su patrimonio está en Meirás

El salón de plenos de la casa consistorial de Dodro albergó ayer un hecho histórico. Representantes de varias asociaciones vecinales y culturales del municipio, un total de 16, se daban cita para firmar lo que consideran la reclamación de una vieja deuda histórica: solicitar la devolución de los bienes expoliados durante la época franquista y el reconocimiento tanto de la Xunta, como de otras instituciones públicas y de la familia Franco que "parte do patrimonio de Dodro está en Meirás", tal y como recoge el punto uno de la escueta carta dirigida a las instituciones y los descendientes del Generalísimo.

Y es que en 1938, y como contribución "a la causa del Caudillo" -como recoge el acta del pleno rescatada del archivo municipal y presentada en la reunión de ayer-, la Corporación de Dodro se veía entonces obligada a donar el pazo de Bendaña, que por una extraña razón había dejado de ser propiedad del marquesado y pasó a ser municipal, según fuentes del ejecutivo dodrés, para que su elementos sirviesen para levantar el pazo de Meirás, residencia de verano de la familia Franco.

El pazo de Bendaña fue, así, desmantelado piedra a piedra a principios de los años cuarenta. Sus piezas más significativas sirvieron para levantar los más nobles elementos del de Meirás. "O resto das pedras seguen aínda hoxe tiradas no predio de Meirás", recalca el teniente de alcalde, el nacionalista Anxo Franco.

Pese a ser conscientes de que no podrán recuperar Bendaña, primero porque deshacer Meirás sería un imposible y levantar el pazo de Vigo, una utopía, los dodrenses quieren que la reivindicación quede a modo testimonial y reclaman, eso sí, la devolución de las imágenes, piezas ornamentales y escudos que pertenecen a Dodro y que "sean parte de la historia del municipio". A esta reivindicación se sumaron el ANPA del Eusebio Lorenzo, el CRA y otras asociaciones de padres.