Ribeira expone los grabados que le legó el artista panameño Zachrisson

Obras de Julio Zachrisson en el Museo del Grabado de Ribeira / m.g.r.

Obras de Julio Zachrisson en el Museo del Grabado de Ribeira / m.g.r. / s. souto

El Museo del Grabado de Ribeira acogerá el viernes al mediodía la inauguración de la exposición Entre dous mundos, del panameño Julio Zachrisson, cuya familia hizo depositario al centro de una parte del legado del artista. Zachrisson vivió 27 años en Panamá, 9 en México, 1 en Italia y 57 en España (aunque no residió en Galicia, venía anualmente desde 1968). En México, su arte se mexicanizó bajo el influjo

social de los grandes muralistas y grabadores, y en España se españolizó en un largo idilio con Goya,

Zurbarán, El Greco o Velázquez. Pero incluso en su obra más tenebrista asoma subrepticiamente una mirada desacralizadora, una sensualidad distinta de la de Goya, que solo puede provenir de su Caribe natal. Zachrisson no tuvo hijos y, tanto él como su mujer, Marisé Torrente, quisieron diseminar póstumamente su obra en museos e instituciones de prestigio (en Madrid, en la Real Academia de Bellas Artes y en la Biblioteca Nacional) con preferencia por lugares que tuvieron alguna relación biográfica con él.