Estupor jacobeo por un vertedero único y “terrible” en Santa Comba

Peregrinos de origen alemán y holandés constataban que no se han encontrado nada parecido durante su Itinerario Jubilar // Lamentan que no se vigile y cuide más el entorno // La Guardia Civil ha precintado algunos accesos a los depósitos de basura

Así se encuentra el vertedero de Barbeira

Javier Rosende Novo

Los peregrinos que acometen la prolongación de la Ruta Xacobea hacia Fisterra no dan crédito: “Esto es terrible”. Era la frase más repetida este miércoles cuando se percataban de la existencia de un vertedero del tamaño de cinco campos de fútbol en Santa Comba, a pie del Camino. Además, varios de ellos constatan que no se habían encontrado “nada parecido” durante su peregrinación.

Así lo aseguraban dos ciudadanos alemanes, Alexander y Delia, que no recuerdan haber pasado por un punto de vertido de estas características anteriormente, “a no ser entre Porto y la frontera española, pero fuera del Camino de Santiago”. A su vez, un grupo de caminantes holandesas coincidían con el epíteto que primero les venía a la cabeza a los germanos, pero Ginette y Getch añadían igualmente que les parece “increíble” que pueda existir un basurero de estas características en la Vía .

Precinto de la Benemérita ante unos escombros

Precinto de la Benemérita ante unos escombros / Javier Rosende Novo

Mientras tanto, la zona sigue vedada con precintos de la Guardia Civil para impedir el paso a un entorno repleto de materiales y restos de obra, pero también aceites de motor, colchones, materiales textiles, váteres, electrodomésticos o fibrocemento. Por ahora ya se han identificado a dos empresas locales, una granja y una firma de excavaciones, como presuntas autoras de parte de los vertidos localizados por los agentes, y que la maleza empieza a mimetizar con su propio entorno, ocultando la basura. Para más inri, en esa parcela de Camiño Real de 43.821 metros cuadrados, como cinco campos de fútbol, los guardiasciviles se encontraron también con aceite y grasa industrial altamente inflamables, además de fármacos, aparentemente empleados por los veterinarios para tratar el ganado.

La noticia, además, tiene un plus de polémica, ya que la existencia de desperdicios en esta misma zona fue ya detectada en 2013, comprometiéndose entonces la administración local a instar la recuperación del entorno “mediante una empresa especializada, porque nós non temos medios” aportaba el entonces regidor Antonio Landeira. Sin embargo, el vuelco de residuos no ha cesado en los últimos años, y es por ejemplo curioso constatar como se han llegado a excavar profundos agujeros –alguno todavía vacío– para depositar más restos, con la posible intención de volverlos a tapar con tierra para intentar disimular el desaguisado.

Restos de obra y fibrocemento en el basurero xalleiro

Restos de obra y fibrocemento en el basurero xalleiro / Javier Rosende Novo

Localizado en una zona sin viviendas cercanas y sobre una masa común, la situación de este basurero es perfecta para que los desaprensivos puedan deshacerse de objetos de cualquier tamaño sin que sea perceptible su paso por el entorno. Además, existen múltiples pistas de tierra que pueden facilitar tanto el acceso como la huida de quien no desee pasarse por el punto limpio. De hecho, las dos empresas que fueron denunciadas lo han sido porque las fuerzas del orden encontraron cintas y tarjetas que las identificaban entre los materiales, no por haberlas sorprendido. En esta área, y además de decenas de miles de peregrinos, pasa un curso fluvial (conocido como Río de Bareira) en el que podrían acabar arrastrados los líquidos peligrosos que antes fueron citados.

La parcela del Camiño Real está emplazada muy cerca del límite con Mazaricos, en el único tramo de la Prolongación del Camino que pasa por el término municipal, y que apenas ocupa unos cientos de metros de longitud. Por ello, los peregrinos no se explican que no exista más “vigilancia”, concienciación y cuidado hacia un itinerario único en su género y que cada temporada arrastra a más personas en su devenir hacia el fin del mundo. Una solución sería vallar el entorno, adespués de constatar la Benemérita que carece de cierre alguno.