La huelga de recogida de basura en Ames se recrudece y Urbaser ofrece un 2,1 % de subida salarial

Los trabajadores volcaron contenedores y arrojaron huevos en días previos // Creen que el incremento debe de ser parejo al IPC

Estado en el que quedó la plaza del Concello en Bertamiráns tras una de las protestas de los operarios / JBG

Estado en el que quedó la plaza del Concello en Bertamiráns tras una de las protestas de los operarios / JBG / Marcos Manteiga

El conflicto por las condiciones laborales de los operarios de Urbaser –encargados de la limpieza viaria y el punto limpio de Ames– se recrudece, tras la irrupción de los manifestantes en el pleno, el vuelco de contenedores y los huevos arrojados estos días contra el consistorio. Por un lado, los trabajadores creen ridículas las mejoras salariales y sociales puestas sobre la mesa por la concesionaria que, a su vez, fija en un 2,1 % el aumento salarial ofertado. Y en medio, el regidor, que si se había decantado por apoyar las protestas de la plantilla, ahora cree que han perdido buena parte de razón tras esos últimos actos violentos.

Así las cosas, Urbaser recuerda que los salarios actuales (a fecha de 2021) incluyen 16.997 euros brutos al año para los peones y 19.940 para los de la categoría de conductor, entre un 12 y 32 por ciento por encima del salario mínimo, distribuido en 12 mensualidades más 4 pagas extras. Reseñan que en el periodo entre 2007 y 2021 ya se incrementaron “un 33 por cento”, y que actualmente se oferta un aumento en 2023/2024 “que iguale a cuarta paga extra ás outras tres, o que supón un 2,1 % de subida respecto do actual salario bruto anual”. Estos puntos no han sido aceptados por los huelguistas, que aspiran a que, pese a que la ley no obligue ya, la subida debe de rondar el incremento del IPC.

Asimismo, la compañía incluye en las negociones un pago puntual no consolidable como compensación por la carestía de la vida de los últimos años (500 euros en dos anualidades), y pasar de una jornada laboral de 40 horas a la semana a 39,5, incrementando cada día 5 minutos el tiempo de descanso. También aportan una jornada laboral continua en turnos de mañana (de 7.00 a 13.40 horas) o tarde (14.20 a 21.00 horas), “agás o punto limpo”.

Urbaser hace referencia igualmente a que los días de vacaciones pasarían de 30 a 31 al año, y las jornadas de asuntos propios, de 4 a 5 días al año. A la vez, eximiría a la plantilla de la labor en domingos o festivos simples “para maior conciliación de vida persoal e familiar”, para dejar claro que “o 100 % dos traballadores teñen contrato indefinido”, según reza su oferta. Terminan destacando la mejora en vestuario; el complemento de nómina en caso de enfermedad (que pasa del 85 al 90 por ciento) y la distribución laboral según el domicilio de cada uno de los trabajadores.

SINDICATO.

La CIG, a la que el regidor Blas García acusa de politizar el conflicto, responde que “coa alza desorbitada de prezos dos produtos de primeira necesidade, que son precisamente aqueles nos que se vai o salario da clase traballadora, o persoal non só está perdendo poder adquisitivo, senón mesmo a posibilidade de ter unha vida digna”, según el secretario comarcal de Servizos, Roberto Alonso. Ve “dificilmente comprensible que Blas García amose tal falla de sensibilidade social e, en lugar de defender ás súas veciñas e veciños traballadoras e traballadores dun servizo público do Concello do que é alcalde, prefira permitir esta actitude de Urbaser”. Por ello, y a falta de mejoras de calado, van a seguir movilizándose, apuntando que están manteniendo la higiene urbana, por lo que su protesta no se percibe.