El parque natural de Corrubedo alberga siete especies de plantas en peligro de extinción

En el marco de un proyecto de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda y la Universidad de Santiago, hace un mes brotaban en el parque natural de Corrubedo (Ribeira) ejemplares de que está en peligro de extinción en Galicia y que había desaparecido de ese entorno natural en 2007: la Iberodes littoralis. Y el éxito es doble, porque se trata de una especie con requirimentos de hábitat muy específicos, sólo capaz de vivir en los sistemas dunares mejor conservados. “La mayoría de los sistemas dunares del litoral gallego están muy alterados, por la intensificación turística, la sustitución de la trasduna para el establecimiento de infraestructuras, la extracción de arena para la construcción, muy frecuente hasta finales del siglo pasado, etc.”, explican Rubén Retuerto Franco y Miguel Serrano Pérez, del área de Ecología y del departamento de Botánica de la USC, respectivamente.

El botánico Francisco Bellot fue el primero en localizar la especie en territorio gallego en la década de los años cincuenta, lo que le causó una gran alegría y sorpresa. El hallazgo tuvo lugar en las dunas de Palmeira (Ribeira) y en la actualidad la especie ya desapareció de esta y de otras localidades de la ría de Arousa en las que pudiera haber estado. Hoy, la Iberodes littoralis subespecie Gallaecica aparece exclusivamente en la provincia de A Coruña.

En este momento, ocupa unos pocos sistemas dunares al norte de Ferrol, en la Costa da Morte y en unas pocas playas de Porto del Son. La población del parque natural de Corrubedo desapareció en torno a 2007, último año en el que el botánico Juan Rodríguez Oubiña registró la especie, donde parece ser que ya llevaba tiempo en un estado muy precario.

Se trata de una subespecie endémica gallega, lo que significa que todos sus efectivos globales viven exclusivamente en Galicia, concretamente en el litoral de la provincia de A Coruña. Es una planta de la familia de las boragináceas, cuyos parientes mas próximos viven en el litoral atlántico francés o en las costas de Cascais, en Portugal, siendo grupos que también están amenazados.

Es una planta de pequeño tamaño, de entre 3 y 40 centímetros, con un ciclo de vida estrictamente anual y con una gran tendencia a autopolinizarse (autogamia). Sus frutos están adaptados para ser dispersados adheridos a los animales, por ejemplo, al pelo de los conejos.

“Es necesario estudiar en detalle los factores que determinan el funcionamiento de la especie, pues corremos el riesgo de que un determinado día sea tarde de más para su recuperación, y dado que se trata de un elemento exclusivamente gallego, es nuestra responsabilidad conservar este fragmento del árbol de la vida”, advierten Retuerto y Serrano.

En realidad, en Corrubedo no se plantaron ejemplares de Iberodes littoralis, sino semillas. Esta estrategia de recuperación evita que las plantas sufran el estrés por el trasplante y permite conocer si existen dificultades para la germinación de las semillas. Y es que de nada serviría plantar ejemplares de esta especie si después no fueran capaces de completar su ciclo vital. Habría que estar reponiendo todos los años la población, lo que, desde el punto de vista de la conservación, no tiene sentido.

Se trataba de conocer si la especie era capaz de seguir completando su ciclo de vida en Corrubedo, como lo hizo en el pasado. En este proyecto de recuperación se sembraron exactamente 2.400 semillas repartidas en 20 parcelas de 4 metros cuadrados, seleccionadas en base a dos criterios. La mitad de las parcelas se seleccionaron en función del juicio experto de los investigadores y, la otra mitad, en base a las predicciones hechas por un modelo matemático de distribución de nicho.

El éxito del proyecto de recuperación de la población de Corrubedo debe cuantificarse en términos del valor de la tasa reproductiva neta conseguida por la especie. Este valor fue de 1,6 y se calculó como la relación entre el número de semillas producidas al final del ciclo de vida de la especie (mayo de 2023) partido por el número de semillas inicialmente sembradas en la población al inicio del proyecto (2.400 semillas, en noviembre de 2022). Es decir: por cada semilla plantada se obtuvieron 1,6 al final del proyecto, lo que representa un incremento aproximado de un setenta por ciento, algo “muy positivo y esperanzador para la recuperación de la especie”, señalan.

Rubén Retuerto y Miguel Serrano afirman que “en lo referente a la flora, Corrubedo es un lugar excepcional, y en el territorio del parque natural hay poblaciones de otras seis especies de plantas amenazadas y protegidas en diferentes catálogos legales. Entre estas están la Rumex rupestris, conocida como labaza de ribera; la Alyssum gallaecicum; la Chaetopogon fasciculatus subespecie Prostratus; la Limonium dodartii; la Schoenoplectus pungens; y el helecho termófilo Dryopteris guanchica.

También está protegida la orquídea Spiranthes aestivalis, rara pero, por fortuna, no tan amenazada. Además, en las cercanías del parque está presente la planta amenazada Linaria arenaria, cuya presencia en el interior podría ser facilitada. Algunas de estas especies son tan escasas que en el parque una de sus principales amenazas es la pérdida de identidad por hibridación con especies próximas mucho más abundantes, como le pasa a la Rumex rupestris o a la Limonium dodartii.

Además de este trabajo con la Iberodes littoralis subespecie Gallaecica en el parque natural de Corrubedo, el grupo de Ecología de la USC está trabajando actualmente en un proyecto de evaluación de impactos potenciales del cambio climático sobre la flora litoral amenazada. Concretamente, sobre la especie Linaria arenaria, un endemismo atlántico de sistemas dunares litorales. Este proyecto se realiza dentro de una actuación de conservación y mejora de la biodiversidad del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia, con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. También trabaja en el contexto de un proyecto de la Fundación Biodiversidad, liderazgo por el Ayuntamiento de Outes, con la especie de helecho relíctico Dryopteris guanchica, de forma que sea uno de los elementos importantes de la biodiversidad a fomentar en la actual restauración del curso bajo del río Tins en Serra de Outes.