La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, ha juzgado este miércoles a un vecino de Ribeira por los presuntos delitos de prostitución y corrupción de menores, en relación a material pornográfico infantil. Fiscalía pide que se le imponga una pena de ocho años y medio de prisión.

El acusado ha aceptado dos años de cárcel en la vista de conformidad celebrada este miércoles. Por tanto, la pena privativa de libertad queda suspendida y no entrará a prisión, con el compromiso de someterse a tratamiento psicológico.

Las partes han llegado a un acuerdo, por lo que el varón será condenado por un delito de prostitución y corrupción de menores (artículo 189.1.b del Código Penal), aunque la Fiscalía solicitaba inicialmente una pena de ocho años y medio.

En concreto, defensa y Ministerio Público han acordado retirar del relato de hechos un párrafo que incidía en una mayor gravedad del contenido pornográfico incautado, por lo que la pena quedará fijada en dos años.

En este contexto, los magistrados de la Audiencia han suspendido la privación de libertad a condición de que no cometa delitos en cinco años y de someterse a tratamiento psicológico, de lo cual informará al tribunal con una periodicidad de seis meses. También será inhabilitado para oficios y actividades con menores durante cinco años.

Así, en el marco de la investigación, se descubrió la distribución por parte del acusado de 261 archivos con contenido pornográfico infantil y nombres que aludían de forma expresa a dicho contenido.

Posteriormente, en febrero de 2020, se realizó la entrada y registro en el domicilio del acusado. En él, se constató que "el acusado poseía y visualizaba una gran cantidad de archivos (fotos y vídeos) de menores de 16 años participando en conductas sexuales explícitas, algunos de muy corta edad".

Además el acusado compartió con otros usuarios de la red este tipo de archivos mediante una aplicación, según el Ministerio Público. "En algunos de esos archivos, también compartidos, se constatan imágenes especialmente duras y sádicas con niños muy pequeños", señala.