Sindicato Labrego acusa a Cobre San Rafael de acosar e intimidar a los vecinos de Touro-O Pino

El Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas (SLG-CCLL) ha denunciado “reiterados episodios de acoso e intimidación” por personas del entorno de la empresa Cobre San Rafael, impulsora del proyecto de la mina de Touro, a los vecinos de Touro-O Pino durante las últimas semanas. La empresa, por su parte, ha negado “rotundamente” estas prácticas y ha asegurado que las acusaciones “se están haciendo desde el desconocimiento o la mala intención”.

Desde el sindicato aseguran que la empresa se siente “envalentonada” tras ser declarada la mina como Proxecto Industrial Estratéxico (PIE) por parte de la Xunta de Galicia. Afirman que “individuos” vinculados a la empresa están llevando a cabo visitas intimidatorias a las casas de las personas propietarios de los terrenos –“muchas de ellas mayores y/o que viven solas”, aclaran– donde la mina se situaría, acudiendo a los hogares “en ocasiones hasta cuatro veces”.

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SLG-CCLL también denuncia que han conseguido los números de teléfono de los propietarios que no viven en el lugar, y que están realizando “llamadas telefónicas de presión, sin aclarar la procedencia de los informadores que facilitaron sus datos personales y confundiendo a la gente indicando que la mina ya está aprobada y que abrirá después de Navidades”.

Desde la Plataforma Veciñal Mina Touro-O Pino Non, en declaraciones al sindicato, aseguran que “en estos encuentros forzados, los enviados de la empresa utilizan la coacción para que se les vendan las tierras rápido, amenazando con la expropiación”. “Esta situación está creando angustia entre los vecinos y vecinas, al tiempo que incrementa la tensión ya existente en la comarca con esta mina a cielo abierto, claramente rechazada por la ciudadanía”, remata la agrupación.

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Así, tanto SLG-CCLL como la plataforma vecinal exigen que cesen las presiones a los vecinos y recuerdan a la Xunta que “en la contorna existe una economía diversificada entre multitud de sectores”, y que abrir la mina significaría que “la propia Xunta no nos permitiría vivir de nuestras granjas, pequeños negocios, etc., para que una empresa con una larga trayectoria de nefastas praxis ecológicas se lucre a costa de nuestra salud, de la destrucción de la naturaleza y de la apropiación de unas tierras que no les pertenecen”, rematan.

Cobre San Rafael niega las acusaciones

Por su lado, la empresa ha negado “rotundamente” estas acusaciones, asegurando que se hacen desde “el desconocimiento o la mala intención”.

Cobre San Rafael también ha señalado que durante los últimos siete años han estado colaborando con los vecinos de Touro-O Pino para “brindar nuevas oportunidades de crecimiento a la comunidad”. En concreto, hablaron de “más de un centenar de reuniones informativas con los vecinos y estos, libremente, deciden si aceptan o no estas reuniones”.

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El proyecto de la mina es definido por la empresa como el “primer proyecto de producción sostenible de cobre gallego”, y aseguran que es “un hito estratégico para la industria de Galicia”. En su presentación, el complejo minero industrial anunció que tendría una inversión inicial de más de 170 millones de euros y una duración inicial de 16 años. La mina estaría impulsada por energía renovable del embalse de Portodemouros y desde Cobre San Rafael estiman que se crearán entre 400 y más de 1200 empleos locales.