Un día entre jardines, piedra y memoria: ruta por tres pazos históricos del entorno de Santiago

A pocos kilómetros de Santiago de Compostela encontramos tres ejemplos de un patrimonio singular que mezcla naturaleza, historia y arte. Los pazos gallegos, antiguas residencias de la nobleza rural, esconden en sus muros centenarios y en sus espectaculares jardines cuidados con mimo la esencia más profunda del paisaje y de la identidad gallega.

Esta propuesta de ruta permite conocer, en un solo día, tres de los pazos más destacados del entorno: Oca, Rivadulla y Faramello. Todos ellos combinan riqueza botánica, arquitectura con historia y espacios para buscar la calma y la contemplación.

Pazo de Oca (A Estrada)

Conocido como el “Versalles gallego”, el Pazo de Oca se sitúa a unos 30 kilómetros de Santiago, en el ayuntamiento de A Estrada. Se trata de uno de los pazos más representativos de Galicia, tanto por su arquitectura barroca como por los impresionantes jardines que lo rodean.

El conjunto, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), fue diseñado para impresionar: dos grandes estanques centrales conectados por puentes de piedra con esculturas, camelias centenarias que estallan en flor cada invierno, hortensias que cubren los caminos en verano y árboles monumentales que guardan el secreto de siglos de historia.

El Pazo de Oca pertenece a la Casa de Medinaceli y está abierto al público todo el año, con un horario de mañana y tarde. No es necesario reservar con antelación para la visita individual, pero sí se recomienda en caso de grupos. La entrada tiene un coste de 10 euros e incluye acceso a los jardines y al espacio exterior del pazo.

Pazo de Santa Cruz de Rivadulla (Vedra)

También muy cerca de Santiago, en el ayuntamiento de Vedra, encontramos el Pazo de Santa Cruz de Rivadulla, también conocido como Pazo de Ortigueira. Este lugar es una auténtica joya botánica, reconocido por su extraordinaria colección de camelias, bojes y laureles, algunos de ellos únicos en Europa. Destaca especialmente su avenida de olivos retorcidos, que crea un túnel natural de gran belleza, y su bosque de bojes centenarios, cuidados con esmero desde hace generaciones.

El pazo fue propiedad de importantes familias nobles y aún hoy conserva ese aire recogido y misterioso de los lugares vividos. De carácter privado, el pazo permite el acceso a sus jardines para visitas en horario de invierno (de lunes a sábado, de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00) y de verano (de lunes a sábado, de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 20:00). Los domingos y festivos solo se puede visitar por la tarde. La última visita comienza media hora antes del cierre.

La entrada es gratuita los lunes por la mañana (10:00–13:00). La tarifa general es de 8 €, y para grupos el precio es de 5 € por persona (con un mínimo de 120 €). Los niños menores de 12 años entran gratuitamente. También se ofrecen visitas guiadas con reserva previa: entre semana cuestan 75 €; en fines de semana, 100 €; y para grupos de más de 20 personas, 4 € por persona.

Pazo do Faramello (Rois)

A apenas 15 kilómetros de Compostela, en el valle del río Tinto, se encuentra el Pazo do Faramello, uno de los pocos que combina patrimonio señorial con la huella industrial y cultural. Construido en el siglo XVIII por un empresario japonés establecido en Galicia, el pazo destaca no solo por su arquitectura barroca, sino también por la presencia de una antigua fábrica de papel, que lo convirtió en el primero centro industrial del entorno de Santiago.

Sus jardines, que siguen el curso del río, acogen fuentes, puentes, prados y esculturas, creando un ambiente romántico y evocador. La visita al Pazo do Faramello solo se realiza con guía y requiere reserva previa (opción de mañana o de tarde) a través de su web oficial. Durante algo más de una hora y media, el visitante es conducido por los distintos espacios del pazo, conociendo tanto su historia como las leyendas asociadas al lugar. El precio de la visita es de 12 euros, con entrada gratuita para menores de 12 años.