Apelan a Feijóo para abortar cierres de Abanca en el rural

Los alcaldes de A Baña, Vimianzo y Zas no dan perdida la lucha por sus respectivas sucursales de Abanca que acaban de cerrar. Y lo hacen pulsando a las más altas instancias, al reiterar la petición de entrevista con el presidente de la Xunta para que reabran las oficinas rurales, ya que en principio dejarán de funcionar este jueves (sólo permanecerán sus cajeros).

Hay que recordar que el pasado 13 de agosto ya solicitaron formalmente un encuentro con Alberto Núñez Feijóo y, por el momento, no recibieron respuesta alguna. “Cremos imprescindible falar presencialmente co presidente da Xunta para que nos axude e se poña á fronte das reivindicacións”, subrayan los tres regidores. “É Alberto Núñez Feijóo a autoridade máxima e, por ende, quen debe atender a petición de defender aos nosos veciños. Ademais ten unha responsabilidade moral dado que o Estado saneou a banca dándolle máis de 7.000 millóns de euros de todos os cidadáns”, aportaban en un comunicado a este diario.

Así, los munícipes consideran que el Gobierno gallego es el único con capacidad para “falar directamente” con esta entidade financeira. Y hay que recordar que unas 10.000 personas, tanto de estos concellos como de otros limítrofes, se van a ver afectadas por estos cierres, un auténtico “despropósito para o noso rural”, califican Manuel Muíño, Mónica Rodríguez y José Antonio Pereira, que acaban de entregar en A Coruña 5.500 firmas de vecinos contra esta medida.

En cuanto a la valoración del ejecutivo autonómico al respecto de esta desbandada en los municipios rurales, era el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, quien reclamaba en una entrevista a Radio Nacional la implantación de “un marco normativo” a nivel estatal que regule la presencia de cajeros en zonas rurales, después de que en los últimos días varios ayuntamientos iniciasen protestas contra la marcha de estos servicios. El responsable gallego sugería al hilo una legislación común en la materia y ha alegado que este problema se da “en toda España”. “Incluso en otras comunidades con mayor intensidad”, revelaba. Pero tampoco ha dudado en trasladar esa responsabilidad a los bancos: “No pueden desaparecer de un día para otro. Entendemos las dinámicas de mercado, pero también las entidades tienen que entender que no pueden dejar de un plumazo y por una decisión empresarial ningún servicio financiero a los territorios”, divulgaba a través de los micrófonos públicos.

En cualquier caso, igualmente ha valorado que la Xunta llegó a “acuerdos con casi cuarenta ayuntamientos” para instalar cajeros, además de avalar soluciones como servicios móviles de las entidades para ofrecer este tipo de servicios, del todo necesarios.

A su vez, desde Abanca dejaban claro que tienen la intención de continuar con la medida, precisando que ofrecerá sus servicios financieros en las localidades en las que se reordenarán las oficinas “a través de cajeros, de la oficina móvil y de las oficinas en las localidades próximas”. A su juicio, con este modelo se dará solución “a la casi totalidad de necesidades financieras que se realizaban en ellas ya que todas las oficinas situadas en estas localidades tienen una operativa muy reducida”, asegurando que en algunas de ellas no se alcanzaban ni la media docena de servicios presenciales. El problema es que estos municipios aludidos tienen un gran padrón de personas mayores que ni quieren ni pueden emplear los cajeros, y que tampoco tienen fácil los desplazamientos.