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Los valeiros de Pontecesures esperan tiempo del norte para realizar una buena campaña tras dos años de escasez // Los hermanos Barreiro capturaron 3 de las 4 piezas que soltó este miércoles el río, vendidas a 50 euros cada unidad TEXTO S. E.

Caen las primeras lampreas en un Ulla caudaloso y prometedor

El río Ulla empieza la temporada generoso y prometedor, y ya ha premiado a los valeiros de Pontecesures soltando las primeras cuatro lampreas de la temporada. Tres de las cuatro piezas fueron capturadas por las nasas de los hermanos Roberto y Gerardo Barreiro, con un peso que oscila, en cada caso, entre los 1,5 y 1,7 kilogramos y que ya han sido vendidas a un restaurante y a particulares por 50 euros cada una.

La temporada de pesca de la lamprea se inicio el pasado martes, 3 de enero en el río Ulla y finalizará a mediados del próximo mes de abril. Tras dos años de sequía y escasas capturas, las últimas lluvias han aumentado mucho el caudal del río lo que hace prever una buena campaña, aunque de momentos los valeiros de Pontecesures prefieren no echar las campanas al vuelo y ser cautos. “O río vai moi ben, pero ten que cambiar o tempo, ao norte, que chegue o frío. De calquer xeito, esperamos que sexa mellor que as dúas anteriores que foron moi floxas”, explica Roberto Barreiro, que junto a su hermano Gerardo tripula una de las cuatro embarcaciones, de las catorce que lograron el permiso de la Xunta para faenar, y que hasta el momento han decidido largar sus nasas al Ulla. “Nos collimos catro e outra das embarcacións unha, pero o resto nada, por eso temos que esperar a ver como vaise dando este días”, explica el pescador.

Barreiro sonríe cuando se le dice que en algún medio se ha publicado que la primera lamprea ya estaba vendida a un restaurante por 200 euros. “Que barbaridade. Nós non, dende logo. Vendimos as tres por 50 euros cada unha, unha ao restaurante Farrucán de A Ponte, e as outras a amigos que xa compran todos os anos”, indica Roberto.

Este año, de nuevo, están autorizadas para pescar en el río Ulla unas catorce embarcaciones de las cofradías de Carril y Rianxo, con una media de dos pescadores por barco. De momento, las nasas que se colocan en el río tan sólo pertenecen a cuatro embarcaciones de Pontecesures.

LIMITACIONES. La pesca de la lamprea se hace a bordo de embarcaciones, y para llevar a cabo las capturas, se utiliza un aparejo llamado butrón. Se trata de una nasa de forma cónica que se lanza desde el barco al agua para después ir tirando de los cabos. Este sistema permite que el ejemplar capturado quede intacto, favoreciendo que se mantenga su textura y sabor. Un trabajo artesanal y laborioso para recoger las preciadas lampreas, uno de los peces más antiguos que existen en el planeta.

En la orden anual de la Xunta se establece un horario para la colocación de las nasas, que suelen permanecer en el río toda la noche y son recogidas por los pescadores por la mañana. Los fines de semana no pueden faenar.

La lamprea solo se puede pescar en las zonas autorizadas y con una serie de limitaciones. Así, en caso de las pesquerías de Areas y As Vellas, los pescadores deben dejar libre el canal del río, y no pueden trabajar en la llamada vena. También deben usar redes que no causen daño a otras especies, y todas las que se capturen en las pesquerías que no sean lampreas, tendrán que ser devueltas a las aguas del cauce fluvial.

Su embarcación volvió a soltar este miércoles las nasas en la zona del río Ulla próxima al puente romano que separa Pontecesures de Padrón y confía en que cuando vaya a sacarlas encuentre más ejemplares del preciado pez, aunque sigue esperando un cambio de tiempo para mostrarse más optimista. “Debe cambiar o tempo, pero iremos vendo como vai día a día a pesca”, insiste.

Cuando se cierra la temporada de la lamprea los Barreiro también se dedican a otras pesquerías permitidas en los cauces fluviales.

EL PROTAGONISTA
“Levo desde os quince anos nesta pesca”
Roberto Barreiro
Valeiro de Pontecesures

Natural de Pontecesures y miembro de la Cofradía de Carril, Roberto Barreiro lleva practicamente toda la vida capturando lampreas. “Levo desde o quince anos nesta pesca e teño 49, así que toda a vida. O meu irmán tamén, É catro anos maís novo que eu, pero tamén leva desde os 15 faenando”, cuenta el valeiro.

{ Cortina de humo }
Tan fea como apreciada
Sol Elvira

Es una criatura fea, para algunos, incluso de aspecto aterrador. Una chupasangre que no ha cambiado en 550 millones de años, pero que une a sus defensores en una especie de rito anual alrededor de una mesa para degustarla a cualquier precio. Quizá no en esta ocasión, pero en otras épocas si se han llegado a pagar 150 € por hacerse con el primer ejemplar y celebrar ese gran banquete. Se suele vender a restaurantes y particulares o a pandillas de amigos ya habituales en la compra todas las temporadas, y que mantienen una relación directa con los valeiros. Por cierto, esta última es una dura profesión que resulta poco rentable en los últimos años, por lo que los pescadores de lamprea se consideran, ya, una especie en extinción.

05 ene 2023 / 01:00
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