Crece el poder de atracción del Melga y los juegos tradicionales
El año 2022 supuso un punto y seguido para la Fundación Ricardo Pérez y Verdes y el Museo Etnolúdico de Galicia, con sede en Ponteceso, tras recibir más de 5.500 visitantes, de los cuales más de 4.000 lo hicieron formando parte de alguno de los 83 grupos de escolares y asociaciones que disfrutaron de visitas guiadas.
El presidente de la fundación y director del museo, Ricardo Pérez y Verdes, asegura que, aunque el récord de visitas se alcanzó en 2019, “estamos muy satisfechos porque incrementamos un 66,10 % el número de visitantes respecto a 2021” y aguarda que este año puedan superar todos los registros. Destaca, asimismo, que en cuanto a las visitas por libre o particulares “fue el mejor año de todos desde la inauguración del museo, al contabilizarse cerca de 1.200 personas”.
La procedencia mayoritaria (un 65 %) fue de personas llegadas de distintos puntos de España, principalmente de Madrid, Asturias, Castilla-La Mancha, Cantabria, Cataluña, Valencia y Castilla-León, mientras que los gallegos representaron el 30 % y, los visitantes del extranjero, alcanzaron el 5 %. Respecto a las visitas guiadas, la mayoría llegaron desde distintos puntos de la Comunidad gallega (curiosamente ninguno de la provincia de Ourense).
Además de crecer en visitantes, el Museo Etnolúdico de Galicia incrementó sus fondos con cerca de medio centenar de objetos, entre los que destacan un juego de scalextric (1965); peonzas y perinolas portuguesas; un Chavín antiguo (1950); una marioneta antigua (1971): un casco de gladiador; un gladiador Tracio; binóculos(1898); zapatos de escalador (1920); un coche antiguo de hojalata (1960); un tren eléctrico Payá (1930); una escultura de bronce de un niño con una peonza (1945); y pelotas hindúes de mimbre y africanas de piel de cabra. La pieza más destacable fue una reproducción exacta de la Draisiana (bicicleta) de madera que inventó Leonardo da Vinci (1480) realizada en exclusiva para el Melga.
Ricardo Pérez y Verdes resalta también su agradecimiento “a todas aquellas personas que con su carácter altruista nos han donado o cedido para los fondos de la Fundación Ricardo Pérez y Verdes objetos personales, para exponer en las vitrinas del museo”. Entre ellas, Patricia Fernández (empresaria) que donó su colección de ochenta muñecas y muñecos de gestos, un cochecito de muñeca, varias cestas de mimbre para guarda-muñecas y un juego de vajilla de porcelana en miniatura; el asturiano Andrés Alonso (coleccionista) que aportó de su colección varios trenes eléctricos antiguos, catálogos, scalextrics y varios coches dirigibles antiguos; la coruñesa Rosa González (coleccionista), que donó una muñeca gigante del año 1968; el coruñés Javier Anido (coleccionista), que donó un ordenador Amstrad y una consola Atari; el santiagués Alfredo Rodríguez, que aportó un pin-ball casero realizado por él con material reciclable; la rianxeira Manuela Vázquez (profesora), que donó un cuadro sobre los juegos y deportes tradicionales, confeccionado por ella misma con cantos rodados; el pontecesán Jose Luís Pontedona, que aportó un coche de madera; el malpicán Sergio Pérez, que depositó un tren eléctrico y un andacaminos; el compostelano José Puente, que entregó una gorra y carteles de la Asociación de Jugadores de Chave; y el pontecesán Fune Ures, con un juego de pesos grandes de llave, así como varios trofeos.
Pérez y Verdes agradece el respaldo de todas las personas que les acompañaron el último año “y siguen confiando en nosotros como meros embajadores de un espacio tan importante para nuestra vida y sociedad actual como es la diversión, el entretenimieno y la salud”.