Galicia acoge nueve de las diez S de Sostenibilidad Turística
Nueve establecimientos hosteleros gallegos han obtenido ya la S de Sostenibilidad Turística, un sello que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), que también impulsa el distintivo Q de Calidad Turística. De ellos, cuatro están ubicados en el ámbito de Área de Compostela: Hotel Bela Fisterra, Casa do Cacheiro (Silleda), Hotel Pousada Real y Hotel Roquiño (Caldas).
La lista la completan Apartamentos Trisquel (Sanxenxo), Camping Isla de Ons (Bueu), Camping Paisaxe II (O Grove), Casa de Cacheiro (Silleda), Talaso Louxo (O Grove) y Spa Hotel Bosque-Mar (O Grove). En esta primera convocatoria han sido distinguidos un total de diez establecimientos, completando la selección Casa Montaña, de Valencia.
La marca y el nuevo sello impulsados por el ICTE ofrecen a las empresas del sector turístico una herramienta para la implantación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se trata del tercer sello con el que cuenta el Instituto para la Calidad Turística Española tras la Q de Calidad Turística y el certificado Safe Tourism, presentado en 2020. El sello se renovará anualmente cumpliendo unos requisitos exigentes, que serán controlados mediante auditorías externas.
A esta distinción puede optar cualquier organización turística, pública o privada, independientemente de su tipología o tamaño, que pertenezca a los subsectores siguientes: agencias de viajes, albergues turísticos/hostels, alojamientos rurales, balnearios, campings y ciudades vacacionales, campos de golf, destinos turísticos, espacios naturales protegidos, espacios públicos singulares, estaciones de esquí, guías de turismo, hoteles y apartamentos turísticos, instalaciones naútico-deportivas, museos y sitios patrimoniales, MICE (turismo de negocios), ocio nocturno, oficinas de información turística, parques de atracciones y de ocio, patronatos de turismo, playas, servicios de restauración, tiempo compartido, transportes turísticos, turismo activo, turismo médico, visitas turísticas y otros servicios vinculados al sector turístico.
Para poder obtener la marca S de Sostenibilidad Turística los aspirantes deben cumplir al menos una de las dos normas siguientes: la Especificación Técnica de Cumplimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en organizaciones turísticas o la norma UNE-ISO 21401:2019 Sistema de Gestión de Sostenibilidad para alojamientos.
Su implantación y la consiguiente certificación constituyen un elemento diferenciador que, según indican desde el ICTE, “aporta un valor añadido a la organización, mejorando su imagen y reputación, así como su contribución al entorno sociocultural y medioambiental que le rodea”. Además, “a nivel interno mejorará la gestión y eficacia de sus actividades, optimizará sus recursos y motivará al personal”, concluyen.
Para acceder a este distintivo es necesario implantar los requisitos exigidos, acordar con una empresa homologada la auditoría externa y evidenciar durante la misma el cumplimiento de las exigencias técnicas, así como implementar y evidenciar, si es necesario, las oportunidades de mejora detectadas.
Una vez obtenido el certificado deberán ponerlo en valor, dentro y fuera de la organización.
Gerente del Hotel Bela Fisterra
El Bela Fisterra cuenta con la S de Sostenibilidad Turística y también con la Q de Calidad, dos certificaciones que avalan la filosofía con la que fue concebido. “Apostamos pola economía circular e polos produtos de proximidade para favorecer o desenvolvemento local e reducir ao mínimo as emisións de CO2”, afirma su gerente, Pepe Formoso. El establecimiento cuenta con instalaciones de geotermia, placas fotovoltaicas y recogida de pluviales para ser reutilizadas. Todo ello le convierte en hotel ecosostenible.
LA SOSTENIBILIDAD debe ser un objetivo transversal por el cual todos debemos apostar, tanto a nivel individual como colectivo, pues de ella depende nuestro futuro. Hoy no es concebible un desarrollo que no sea compatible con la conservación del medio natural y, para ello, además de medios e inversiones, es necesario un cambio de mentalidad y una concienciación de toda la sociedad. El sector turístico sigue dando pasos hacia ese objetivo y esa apuesta debe ir acompañada de una sensibilización por parte de los propios turistas. Respetar el entorno en el que vivimos y también los espacios que visitamos es sinónimo de cuidar nuestra vida y de compromiso con el futuro de las nuevas generaciones. Avancemos todos en esa dirección.