Gradas y balcones sustituirán el muro portuario de Palmeira
La ambiciosa transformación de la fachada portuaria de Palmeira (Ribeira) ya está en marcha, y el muro de hormigón construido a mediados de los 90 sobre la escollera a lo largo de todo el vial, desde el muelle hasta la playa de A Corna, ya es historia.
La actuación se lleva a cabo en base al anteproyecto diseñado por la Fundación RIA, que preside el arquitecto David Chipperfield, y su objetivo es mejorar la movilidad y accesibilidad en el entorno del puerto renovando la imagen de la dársena y haciéndola más operativa para los profesionales del mar y atractiva para vecinos y visitantes.
El proyecto prevé la reordenación del tráfico y del estacionamiento en la zona, la recuperación del vínculo con el mar y la planificación y diseño del espacio público. Con estas medidas se contribuirá a eliminar las barreras visuales que impiden disfrutar plenamente del paisaje marinero y se acerca la villa al mar.
Se actuará en el 100 % de la zona portuaria, pero se dividió la obra en varias fases que se irán ejecutando en función de la disponibilidad presupuestaria y de los sucesivos convenios con el Concello de Ribeira.
Esta primera fase consiste en la urbanización del paseo exterior y de la escollera. El presupuesto es de 675.000 euros (IVA incluido) y el plazo de ejecución es de ocho meses.
Las obras de esta fase suponen la intervención en un espacio de 2.000 m2 y en cerca de 400 metros lineales de la fachada marítima. Se está ampliando el espacio peatonal más próximo al mar, sobre la escollera, tras el derribo del viejo muro, que suponía una barrera visual.
Se crearán balcones de piedra y gradas integradas en el talud del paseo, se ordenará la circulación rodada con pasos de cebra elevados y se renovarán los pavimentos y el mobiliario urbano buscando reforzar su calidad estética, duración y homogeneidad de los materiales.
Se proyecta así un renovado paseo marítimo desde la zona del muelle hasta la playa de A Corna, ampliando la sección peatonal entre dos y tres metros y medio al aumentar la sección sobre la escollera.
MOBILIARIO Y ARBOLADO. Se plantean tres zonas de estancia con gradas de bloques de granito para disfrute de los ciudadanos. La primera de las de estancias estará en la zona sur, coincidiendo con el comienzo de la actuación, formando una ele. La segunda estará en el entorno del dique; será un graderío de menor dimensión, y en esa zona también se actuará sobre la plataforma que hay sobre el pequeño arenal. Además se proyecta con esta actuación un balcón en la zona central, que supondrá una ruptura del paseo, con un cambio de material en su solera. En esta zona se plantea la instalación de mobiliario urbano y la plantación de arbolado, así como una discreta barandilla.
SIN OBSTÁCULOS A LAS VISTAS. En cuanto al desaparecido muro de hormigón, dará paso a un muro-banco (entre la grada grande y la grada pequeña, y en el tramo final) que servirá como un elemento de seguridad y para que los peatones se puedan sentar, permitiendo el paso de la luz y el agua, sin que sea un obstáculo para las vistas.
Asimismo, se diseña un bloque de granito (desde el dique hasta las escaleras de la playa). Este elemento también funcionará como muro-banco, pero siendo una solución más robusta que la anterior, lo que servirá como protección al paseo en épocas de temporal.
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El proyecto inicial para la remodelación integral del puerto de Palmeira lo encargó el Concello de Ribeira en 2018, aunque era mucho menos ambicioso que el que posteriormente diseñaría la Fundación RIA por encargo de la Xunta de Galicia. Con todo, las ideas centrales eran las mismas. “Esta actuación no sólo acercará el núcleo histórico de Palmeira al mar, humanizando la fachada, sino que también contribuirá a mejorar el tráfico de vehículos para que sea compatible con el disfrute de ese espacio. Asimismo, se reordenarán las zonas de aparcamiento”, señala el alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz Rivas.