Kanlimpo ofrece baño relajante
y sin manchar para tus mascotas

Silvia Lamas ponía su piso perdido cada vez que tenía que bañar a su can labrador. “Nos empapaba, nos llegaban los pelos a los halógenos y nos apestaba todo tres días; era muy complicado”, cuenta. Se preguntaba por qué no habría un sistema más fácil, similar al que ofrece un autolavado de vehículos, para mascotas. Fue entonces cuando Lamas empezó a informarse y a buscar en Internet, y comprobó “que había autoservicios que se estaban instalando en gasolineras y zonas abiertas para lavar a los perros”. Así, perfiló la idea de negocio, y se animó a montar en la villa noiesa Kanlimpo, un servicio de autolovado animal que abrió sus puertas el pasado febrero.

Las instrucciones son fáciles. “La máquina se puede programar, arranca con 6 euros diez minutos y durante los mismos puedes pasar por los diferentes programas: champú, desparasitados, suavizante, secado, perfumado; te incluye todo”, explica la emprendedora, quien comenta que el tiempo suele ser más que suficiente, aunque dependerá del tamaño y, sobre todo, de la cantidad de pelo que tenga el animal.

Silvia cuenta que la máquina estrella es el banco de autolavado con la cubeta a la que hay que subir las mascotas para proporcionarles un relajante baño. “Es una bañera de aluminio alta, pero tiene una puerta y una rampa para que acceda el perro. Luego lo atas para que no salte y queda a la altura perfecta para poder lavarlo. Además, tiene una manguera por la que sale todo lo necesario”, indica al respecto Lamas, quien apunta que al finalizar el equipo se desinfecta automáticamente.

Además, en Kanlimpo proporcionan a sus clientes, de forma gratuita, mandilones deshechables para evitar salpicaduras, así como una mesa de cepillado a la salida para redondear la sesión de cuidados. A mayores, este lavacáns dispone de lavadora y secadora exclusiva para lavar los accesorios de los animales.

Después de pasar por este centro de autolavado los canes salen limpios, sin parásitos y con el pelo reluciente. Comenta la propietaria que a su labrador “no le gustaba nada la ducha porque resbalaba, se ponía nervioso e intentaba salir; ahora llega al local y se sube a la bañera”.

Se trata del primer servicio de autolavado para mascotas de la comarca de Barbanza, y afirma Lamas que “está teniendo muy buena aceptación”. Los interesados pueden encontrarlo en Noia (calle Poeta Antón Avilés de Taramancos, número 5).