Lariño, el segundo faro hotel de Costa da Morte
Cien años después de que se encendiese su luz para guiar a navegantes, el faro de Lariño (Carnota) iluminará una nueva singladura, esta vez no de la mano de un farero, sino de dos hosteleros, Jesús Picallo y su hijo Jacinto, quienes están transformado sus instalaciones en un acogedor hotel dotado de nueve habitaciones y una taberna con historia.
Los primeros huéspedes llegarán en julio, cuando está prevista la inauguración de este nuevo alojamiento, desde el que se puede ver la luz del faro de Fisterra, al pie del cual se halla el Hotel O Semáforo, el primer recinto farero de Costa da Morte reconvertido en establecimiento hotelero, que regentan también los referidos profesionales.
Su interior recreará el interior de un faro y el diseño de las habitaciones responde al concepto de los distintos estados del mar: días de bruma, espuma, amanecer, cielo despejado, tormenta a lo lejos y en estado puro, mar picado, anochecer, noche cerrada.... Conceptos que han sido trasladados al interiorismo, de forma que cada habitación transportará a los huéspedes a un estado sensorial diferente.
De ello se encargó el Estudio Ramón García, de Ordes, primando además la sostenibilidad, tanto en el equipamiento como en la oferta. Así, los estores de las habitaciones han sido elaborados con materiales reciclados, al igual que otros elementos decorativos, e incluso parte de la equipación del personal. A ello hay que sumar una iniciativa pionera, como es la puesta a disposición de los clientes de coches eléctricos para que puedan desplazarse por la zona, gracias a una experiencia piloto patrocinada por Hyundai. Además, el hotel contará con puntos de carga para vehículos eléctricos.
La Taberna Ariete, que toma el nombre del buque que naufragó en 1966 en la costa de Lariño, tendrá igualmente un diseño único, que adentrará al usuario en la historia de un naufragio en el que, gracias a la colaboración de civiles y marinos, se logró salvar la vida de sus 168 tripulantes, un hecho que, aún a día de hoy, sigue muy vivo en la memoria de las gentes de la zona.
Unas instalaciones y servicios que se verán complementados con una oferta gastronómica en base a productos de kilómetro cero, según explicó Jesús Picallo. “Apostaremos polos proveedores locais, xa que a nosa idea é axudar a potenciar o territorio, e así o fixemos tamén contratando as obras á empresa local Construcciones Mariano Louro”, indicó. Pondrán en valor también las mágicas puestas de sol que se pueden contemplar tanto desde Lariño como en Fisterra, y en su oferta incluirán paquetes con la atractiva posibilidad de disfrutar de una noche en cada uno de estos hoteles-faro.
La puesta en marcha de este nuevo alojamiento supondrá además la creación de unos ocho puestos de trabajo. Todo ello después de una inversión que rondará los 800.000 euros, unos doscientos mil más de los previstos inicialmente, dado “que este tipo de rehabilitacións son complicadas e costosas, pois estamos falando dun edificio de máis de cen anos”, indicó Picallo Santos. Para ello cuentan con una ayuda del Grupo de Acción Local Pesqueira.