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El auditorio se tendrá que pintar entero // Las sedes de Hacienda y Mar son objetivos constantes // Afectan también a mobiliario urbano y propiedades privadas TEXTO S. Souto

Los vándalos se ceban a pintadas en Ribeira con los edificios públicos, parques y plazas

La ciudad de Ribeira tiene un serio problema con el vandalismo, que se ha venido incrementando en los últimos meses. Y es que, desde hace algún tiempo, empiezan a ser habituales los atentados contra el mobiliario urbano, las zonas verdes, las instalaciones públicas y, también, propiedades privadas, como muros o fachadas de edificios.

Ninguno de los bancos instalados recientemente en la calle peatonal conservan ya todas sus piezas de madera. Fueron varios los maceteros gigantes que amanecieron tirados o rotos. Hace tres semanas alguien arrancó de cuajo un árbol de la Praza Heroínas de Sálvora. Y en lugares como la Plaza de España, las inmediaciones del parque Pedra Pateira o el paseo marítimo de Coroso hay pintadas que pueden considerarse históricas por el tiempo que llevan formando parte del paisaje urbano. Los gamberros se ceban especialmente con algunas edificaciones públicas. La peor parada es, sin duda, la Delegación de la Consellería de Mar, en cuyas fachadas cuesta encontrar un metro cuadrado sin pintadas. Ya sea por su coste o por derrotismo, lo cierto es que hace tiempo que la Xunta no pinta esa sede. Lo mismo ocurre con la parte posterior del auditorio municipal. En este caso, el alcalde, Manuel Ruiz, dijo que la envergadura de las pintadas es tal que no será suficiente con eliminarlas, sino que habrá que volver a pintar todo el edificio.

Tampoco se libraron las paredes del centro de salud, la instalación de la red de saneamiento del parque Pedra Pateira o dependencias de la zona portuaria a lo largo de toda la fachada marítima de la ciudad.

Por lo que respecta a los edificios públicos, la eliminación de las pintadas es responsabilidad de las administraciones de las que dependen. En el caso de las instalaciones municipales, el regidor dice que dio instrucciones a la empresa adjudicataria del servicio de limpieza (Urbaser) para que proceda a borrarlas.

Por supuesto, sea de quien sea la competencia, será costoso.

MENSAJES GARABATEADOS. Pero el gamberrismo no es sólo ni siempre cosa de los más jóvenes, los ni-nis o los pandilleros. Existe una denuncia en sede policial presentada por el supuesto destinatario de unas pintadas ofensivas hacia su persona que podrían haber sido obra de un exempleado. Las reflexiones de ese individuo quedaron estampadas en varios puntos de la ciudad: en una nave del puerto, en una caseta de la red de saneamiento del Paseo de As Carolinas y en un muro de la avenida de A Coruña, entre otros lugares. El destinatario de los ofensivos mensajes no sólo se apresuró a denunciarlos, sino también a garabatear sobre ellos para hacerlos ilegibles.

“De todos modos, aunque eliminen las pintadas, una pared limpia es una hoja en blanco para un gamberro. Lo que se necesita es vigilancia policial en las calles. ¿Ve usted patrullar a pie a la Policía Local en Ribeira? Yo no”, dice una hostelera.

delegribeira@elcorreogallego.es

14 oct 2022 / 01:00
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