Luz verde al nuevo tramo de la autovía de Santiago a A Estrada

El Consello da Xunta aprobó en su reunión semanal del jueves el expediente de información pública de un nuevo tramo de la autovía Santiago-A Estrada. Se trata de 7,5 nuevos kilómetros entre A Ramallosa (en el municipio de Teo) y el enlace con la PO-841, en O Rollo (A Estrada). Así lo avanzó tras la reunión del Gobierno el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien destacó que la inversión total para ampliar esta vía “superará los 60 millones de euros” y que las obras se dividirán en dos fases: un subtramo entre A Ramallosa y Pontevea (AC-241) y otro entre Pontevea (AC-241) y O Rollo (enlace con la carretera PO-841).

Tal y como explicó el mandatario gallego, el Consello autorizó la información pública del nuevo tramo de casi ocho kilómetros de la autovía Santiago-A Estrada y también aprobó el proyecto de trazado del primero de los subtramos, el que une A Ramallosa y el enlace con la carretera AC-241, en Pontevea, en Teo.

La inversión que el Gobierno gallego destinará a prolongar este nuevo tramo de conexión por autovía del ayuntamiento de Teo desde Santiago de Compostela superará los 33,2 millones de euros, incluyendo el pago de los 291 predios necesarios para impulsar estas obras.

PROYECTO. En el proyecto diseñado por el departamento de Infraestruturas e Mobilidade, el nuevo trazado discurre de norte a sur, con una ligera orientación hacia el oeste y paralelo a la carretera AC-841, atravesando el municipio de Teo.

Su longitud es de algo más de 3,5 kilómetros, con dos enlaces: uno consistente en la adecuación del actualmente existente en A Ramallosa con la carretera AC-841 y otro de nueva construcción, sobre la carretera AC-241, situado al final del tramo. La actuación incluye 6 nuevas estructuras: el viaducto de Santa Lucía, 3 pasos inferiores y 2 pasos superiores.

Más en detalle, se rediseñará el enlace existente en A Ramallosa que une la AG-59 con la carretera AC-841, que constará de un ramal en dirección Santiago y uno de salida a la AC-841. El nuevo enlace que se construirá en la AC-241 constará de una vía de acceso a la AG-59 en sentido Santiago y uno de salida, que termina en una glorieta de 20 metros de radio sobre la AC-241.

También se ejecutarán a lo largo del trazado variantes de las carreteras actuales y caminos de servicio.

Las obras previstas incluyen 6 estructuras de nueva construcción: el viaducto en Santa Lucía, de 150 metros de longitud; los dos pasos superiores (uno en el enlace de A Ramallosa, de 56 metros de longitud, y otro en el enlace con la AC-241, de algo más de 39 metros de longitud); y los tres pasos inferiores.

El Gobierno gallego prevé iniciar en el primer trimestre de 2023 las expropiaciones, con el objetivo de licitar las obras “en el primer semestre del año que viene”, indicó Rueda.

Además, se seguirá trabajando en paralelo en el proyecto constructivo del subtramo previsto hasta el enlace con la carretera PO-841.

TRAMITACIÓN. La Xunta recuerda los pasos dados para la tramitación, indicando que, tras considerar la necesidad de realizar actuaciones de mejora de la seguridad viaria y aumento de la capacidad mediante la prolongación del actual tramo entre Santiago y A Ramallosa, dando continuidad a la autovía AG-59, en 2020, la Xunta sometió al proceso de información pública el estudio de impacto ambiental y de actualización del proyecto de construcción de un nuevo tramo de la autovía, que se tradujo en la tramitación conjunta de dos subtramos distintos: entre las localidades de A Ramallosa y Pontevea (AC-241) y entre Pontevea (AC-241) y O Rollo (enlace PO-841).

De este modo, según explican, la actualización de los proyectos iniciales tenía por finalidad adaptarlos a la normativa vigente, evitar la afectación a un castro, que fue cuestionada por la autoridad competente en Patrimonio Cultural y, además, racionalizar el impacto territorial. Para ello se solicitaron a las distintas administraciones y organismos implicados los informes sectoriales.

Además del proyecto de trazado, también se sometió a información pública el estudio de impacto ambiental de la actuación, dando como resultado la declaración de impacto ambiental favorable por parte del organismo competente, hecha pública el pasado 9 agosto de 2022.

Una vez analizadas las aportaciones presentadas, la Xunta incorporó al proyecto las consideraciones oportunas; entre ellas, un nuevo camino de servicio entre los puntos kilométricos 106+300 y 106+700, para dar continuidad y posibilitar la comunicación entre ambos márgenes de la autovía. Además, harán un nuevo camino de servicio paralelo al tronco de la autovía proyectada entre los puntos 107+120 y 107+320 con la finalidad de mejorar los accesos y comunicaciones entre ambos márgenes de la nueva infraestructura, las fincas y explotaciones ganaderas existentes en este entorno. También se harán un cambio de trazado y la reposición del oleoducto A Coruña-Vigo que atraviesa la traza de la AG-59 en dos puntos.

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