Negreira ve factible que se retome su feria medieval con blindaje antipandemia

El Ayuntamiento de Negreira se resiste a renunciar uno de sus feriales más celebrados en las últimas décadas: la Feira do Románico. Y para ello, el regidor Ángel Leis seguirá esta semana entrevistándose con empresas de organización de eventos para retomar el evento el primer viernes, sábado y domingo de septiembre... Eso sí, siempre que se le ofrezcan las garantías más estrictas contra la COVID, y que los contagios evolucionen de forma favorable.

Así lo confirmaba el mandatario local socialista a este diario, aportando también que espera tener “o xoves” confirmación definitiva de cómo se va a adaptar el evento, sobre todo en cuanto a aforos de gente. Y es que hay que recordar que en algunas ediciones se llegaron a contar por miles las personas que a lo largo de las distintas jornadas tomaban la Carreira de San Mauro e inmediaciones del Pazo do Cotón, marco tradicional de su celebración.

Así, a priori se están barajando actividades similares a las llevadas a buen puerto en otros municipios en los últimos meses, “con denominacións distintas”, aporta el regidor, al tradicional reclamo de feria medieval. Por lo de pronto, y siempre a expensas “de como evolucione agosto” en cuanto a la incidencia de la pandemia, ya se trabaja con presupuestos y programas concretos, afirmando desde el grupo de gobierno local que ven “factible” llevarla a buen puerto. Por supuesto, también añade que posiblemente tendrán que incluir “pequenos cambios” en la programación tradicional, que contaba con talleres, pasacalles temáticos, espectáculos de justa y, por supuesto, puestos de artesanía, otro de sus signos distintivos desde que se pusiera en marcha hace ya catorce años.

Precisamente, los lances entre caballeros introducidos en el último año o los ya habituales desfiles de criaturas mitológicas fueron algunos de los alicientes del programa que más atrajeron a los vecinos y visitantes, si bien fueron igualmente los actos que congregaron a más personas, algo que se antoja inviable con las actuales condiciones de seguridad sanitaria.

Precisamente es este punto el que más quebraderos de cabeza propicia, si bien aseguran que hay alternativas.