Noia acelera con solidaridad la recuperación de Anahír

Menos de 48 horas fueron suficientes para que la noiesa Lorena García consiguiese a través de donaciones el dinero que necesitaba para poder operar a su hija, Anahír González, que padece una parálisis braquial obstétrica (PBO) como consecuencia de una negligencia médica que se cometió durante el nacimiento de la pequeña en noviembre de 2015.

A los tres meses de vida se sometió a la primera operación, “porque senón non había ningún tipo de posibilidade de recuperación”, en el hospital San Juan de Dios, en Barcelona. Y, cuatro años después, fue necesaria una nueva cirugía para seguir avanzando en su objetivo: recuperar la movilidad del brazo.

El pasado martes, 20 de julio, la pequeña fue intervenida nuevamente en la ciudad condal, hasta donde se desplazó con su progenitora, tras recaudar los fondos necesarios (3.205 euros). Para ello, Lorena lanzaba un mensaje a través de sus redes sociales para solicitar ayuda a sus allegados que, en tiempo récord, lograron su propósito.

García reconoce que la respuesta fue “incrible”, pues a los cinco minutos de emitir la publicación “a xente comezou a compartila, inundando as redes coa foto de Anahír, e empezou a soar o teléfono”. En día y medio recolectaron la totalidad del dinero, “pero tras anuncialo unha chea de persoas contactaron comigo, porque non lle deu tempo a pór o seu gran de area, para facer a súa doazón e colaborar igualmente para cubrir os gastos de desprazamento e aloxamento”.

Destaca la entrega de sus conocidos a la causa pero, sobre todo, de muchos desconocidos. “É fácil, por así dicilo, doar cando coñeces o caso e á afectada; sabes que é unha realidade. Pero persoas que non nos coñecían de nada chamaron para pedirme o número de conta”, afirma.

En cuanto a la operación, la niña noiesa progresa adecuadamente tras someterse a más de cinco horas de quirófano, en las que el doctor Francisco Soldado (el cirujano que siempre la ha tratado) le hizo un trasplante de músculo completo de pierna a brazo, además de separarle el dedo pulgar. Según el facultativo, “en principio as expectativas son boas”. “Aínda que cando a subiron a última hora da tarde estaba un pouco aturdida pola anestesia e dolorida, pronto se quedou durmida e ao día seguinte amenceu na liña das outras dúas operacións, sen dor”, indica Lorena García.

Anahír permanecerá ingresada hasta el sábado. Está tranquila “e están moi pendentes dela para subministrarlle a medicación e que non teña ningún tipo de doenza”.

Tendrá que regresar a Galicia con una escayola en el brazo, que le retirarán a las seis semanas, y una venda en la pierna, a los diez días. Sin embargo, la menor espera con ansia el momento de volver a practicar taekwondo, ir al parque o a la playa. “É un auténtico terremoto”, asegura su madre entre risas. Por ahora toca esperar, recuperarse y ver como evoluciona la pequeña noiesa para hacer pronóstico y valorar futuras intervenciones.

“Só podo agradecer a toda a xente que me axudou a que isto fose posible. Non hai doazón pequena, pois gracias a todas e cada unha delas estamos hoxe aquí”, subraya la progenitora, quien señala que “cando sexa un pouco máis maior contareille o que todo o mundo fixo por ela”.