Pide almejas en Casa Sampedro y se encuentra una valiosa perla morada

Las perlas siempre han sido símbolo de elegancia y clase. Son unas de las joyas más cotizadas y valiosas debido a su peculiar método de formación, pues una ostra –tambián las almejas pueden producir estas apreciadas bolas nacaradas– puede tardar hasta 10 años en conseguir crear una perla en su interior, por ello no hay dos iguales. Suelen ser difíciles de encontrar, de ahí que alcancen un valor tan alto en el mercado. Por ello, hallar uno de estos ejemplares de forma inesperada es algo extraordinario y un golpe de suerte, pero aunque pueda parecer mentira sucede, pocas veces, pero suecede.

De hecho, ha pasado en la villa muradana. La afortunada ha sido Natalia Freire, que en su día libre decidió irse a cenar al restaurante Casa Sampedro, establecimiento en el que además trabaja. Fue allí donde le sirvieron una ración de almejas a la marinera cuando se encontró una perla morada. En un primer momento pensó que se había partido un diente, ya que sintió algo duro, sin embargo se trataba de una joya que puede superar los 4.000 euros.

Si ya es difícil, o casi imposible, toparse con una –teniendo en cuenta el proceso de obtención–, más complicado es aún encontrarla en un restaurante como le ha sucedido a esta afortunada comensal. Por lo que ante el hallazgo, Natalia Freire buscó información por internet para saber lo que tenía entre manos, que para su sopresa resultó ser una perla.

Ésta venía en una concha de almeja japónica que había sido capturada en la ría de Muros-Noia. Parece ser que además de salir el mejor marisco del mundo, de estas aguas emanan –solo a veces– también valiosas joyas.