Piden seis años de prisión para el acusado de abusar de una menor en Cee

Cee. Un hombre acusado de abusar sexualmente de una menor -hija de su expareja- durante dos años ha alegado que lo relatado por la víctima es “impensable” y que su relación con ella era “muy buena”. Así lo ha explicado durante el juicio celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de A Coruña.

Los hechos denunciados se produjeron en Cee entre enero de 2018 y noviembre de 2019, durante los dos años anteriores a la ruptura de la convivencia entre la madre de la menor y el acusado, que eran pareja en aquel momento. La menor, presuntamente, sufrió los abusos desde los nueve hasta los once años.

En su declaración, el acusado ha manifestado que la víctima “da miedo” porque es capaz de “llevar la mentira al límite para conseguir lo que se propone”. El hombre ha argumentado que “después de que llegara su hermana” -en referencia al nacimiento de una hija en común de la pareja- la menor “tenía celos y estaba llamando la atención de su madre”.

La víctima, que ha comparecido en el juicio a través de videoconferencia, ha declarado que el hombre le daba “palmadas en el culo” y le tocaba “los pechos por encima de la ropa”. “Al principio lo interpreté como algo cariñoso”, ha explicado, pero cuando se empezó a “sentir incómoda” vio que “no era una broma”. “Cuando le dije que parara él nunca dejó de hacerlo, me decía que era muy aburrida”, ha puntualizado la menor, que también ha hecho referencia a dos episodios puntuales, uno en el que presenció una masturbación y otro en el que fue objeto de insinuaciones por parte del acusado. “Me sentí incómoda y muy nerviosa y con un poco de miedo”, ha indicado.

La madre de la víctima, por su parte, ha manifestado que presenció los hechos en varias ocasiones pero “al principio” no le dio “importancia” ya que lo consideraba como el padre de la niña “porque la estaba criando”. “Me llamó la atención la cantidad de veces que lo hacía, pero no lo veía como algo morboso”, ha apostillado. La progenitora ha explicado que cuando su hija le contó “todo” fueron a poner la denuncia --fechada el 31 de enero de 2020-- porque cree “firmemente lo que dice”.

En cuanto a las pruebas periciales, dos psicólogos del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) han ratificado sus informes durante el juicio en los que se refleja que no pudieron aplicar los “criterios de credibilidad” porque el relato de la víctima “no era suficientemente extenso”.

Los especialistas han indicado que la víctima presentaba durante las pruebas realizadas tras la denuncia una sintomatología “depresiva” y “postraumática, con corte ansioso, unido a unos parámetros de autoestima baja” y han añadido que no saben “si esto puede venir determinado por lo hechos”. “No apreciamos en ningún momento ningún indicador de estar bajo presión, en falso testimonio”, han puntualizado y han afirmado que “la sintomatología es compatible con los hechos denunciados”.

El Ministerio Público ha destacado en sus conclusiones que la declaración de la menor es “consistente, persistente y coherente” y su versión está “corroborada de forma periférica tanto por la madre como por el informe del Imelga”. “Nos lleva a pensar que estos hechos han ocurrido realmente”, ha afirmado la fiscal por lo que los califica de delito de abuso sexual continuado y pide seis años de prisión.

La acusación particular se ha sumado a este delito y su pena y ha añadido uno específico por exhibirse sexualmente delante de una menor por el que ha solicitado a mayores un año de pérdida de libertad.

Por su parte, la defensa pide la libre absolución de su cliente al considerar que “no se han acreditado” los hechos denunciados ya que “no hay pruebas concluyentes” y existen “numerosas versiones contradictorias”.