Ponteceso recupera el POS y Muxía tramita el nuevo plan de la oposición

Lo que en la mayoría de los concellos es casi un mero trámite, en Ponteceso y Muxía la aprobación del Plan de Obras y Servicios (POS) se ha convertido en los dos últimos años en una odisea debido a la minoría en que se encuentran sus respectivos gobiernos (PSOE, 3 ediles cada uno) y, sobre todo, a la incapacidad para lograr acuerdos.

En Ponteceso, que en 2021 fue el único municipio de la provincia que perdió los fondos provinciales, salvaron este año, in extremis, el POS, después de que previamente a la votación fuese expulsado de la sesión el portavoz de APIN y, tras un empate, el alcalde, Lois García, echase mano de su voto de calidad.

Así, la propuesta del ejecutivo sumó los tres votos del PSOE, dos del PP y uno de APIN, mientras que se opusieron los seis concejales no adscritos (5 exsocialistas y el exportavoz del PP). La que no prosperó fue la moción para ejecutar obras por valor de 2 millones, que se financiarían con el remanente de tesorería y diversas ayudas, dado que en este caso los ediles de APIN se abstuvieron.

El alcalde, Lois García, mostró su satisfacción “porque cando se poñen por diante os intereses dos veciños, hai que valorar que parte da oposición se sentase a negociar, e sempre quedará no meu recordo o detalle do concelleiro de APIN que, a pesar de que o seu portavoz fora expulsado, quedou no pleno para aprobar o POS”.

García Carballido dice que seguirá trabajando para lograr ahora los apoyos necesarios y así acometer el plan de obras rechazado, “no que se contemplaban proxectos propostos por PP e APIN”.

A pesar de apoyar el POS, desde el PP pontecesán lamentan que “algo tan importante fora aprobado grazas ao voto de calidade dun alcalde en minoría”. A súa portavoz, Marta Carril, aclaró que “co noso voto non estamos apoiando ao rexedor, senón aos veciños que se poderán beneficiar das obras e actuacións que se fagan”. Además, los populares instan a los responsables provinciales y gallegos del PSOE a que “interveñan dunha vez no que está pasando no noso municipio”.

Por su parte, los ediles no adscritos acusan al alcalde de “votar fora a un concelleiro porque non tiña asegurado o seu apoio”, y dicen que “se as obras se teñen que acadar así, nós non imos ser cómplices deste ditador”.

Y en Muxía, después de que PP y los no adscritos tumbasen el miércoles la propuesta del gobierno, poco antes de las doce de la noche del jueves dichos grupos presentaron un plan alternativo, aceptando así el desafío que les había planteado el alcalde, Iago Toba. La portavoz popular, Sandra Vilela, califica lo sucedido como una “extorsión” del mandatario local, “obrigándonos a presentar os proxectos do POS en 13 horas, cando o seu goberno non foi capaz de facelo en 8 meses”.

Su propuesta incluye la segunda fase del saneamiento y caminos interiores en Frixe y Sorna, la depuradora de Quintáns, la pista de Armear a Labexo y la mejora de las carreteras Agreiras-Castelos, Caberta, Cartel-Prado, y Moraime-Oruxo. “Sabemos que non están todas as obras que necesita o municipio, pero non podiamos consentir que o alcalde manipulase aos veciños dicindo que non temos alternativa”, afirma Vilela.

El regidor, Iago Toba, la califica, no obstante, de “despropósito total” y de responder “a intereses persoais, penalizando o rural e os núcleos pequenos, especialmente á veciñanza de Martineto, Buiturón, Figueroa e Bardullas”. Asimismo, cree que es incoherente “e con cifras infladas”.

Está sorprendido además porque “votaron en contra porque o proxecto da depuradora de Quintáns se incluira no Plan Adicional, e agora eles propoñen o mesmo”. Y, añade, “inclúen a mellora da estrada Cartel-Prado que xa se vai adxudicar, e propoñen investir 300.000 euros na vía de Oruxo a Moraime”. A pesar de todo, “preferimos apoiar esto a que os muxiáns perdan estes fondos”. La propuesta ya fue presentada ante la Diputación, y ahora deberán reunir la documentación necesaria para que pueda ser aprobada en pleno.