Ramsay no olvidará el pimiento de Herbón que le obligó a disfrazarse

Gordon Ramsay no podía pasar por Galicia sin hacer una parada en la emblemática Pulpería Rial, en Padrón. El reconocido cocinero británico con 17 estrellas Michelin visitó este lunes la capital del Sar para grabar uno de los episodios de su programa Road Trip, que se emite en la plataforma de pago HBO. Como a José Manuel Rial y Lydia Angueira, los alma máter de la conocida pulpería padronesa, les pilló la visita del chef casi por sorpresa de vacaciones en alguna playa paradisíaca de África, fueron sus hijos, Begoña y Jose, quienes se encargaron de recibir con todos los honores al equipo de más de cuarenta personas que acompaña al cocinero en su periplo por España. “Fue súper emocionante recibirles”, confesaban ayer fuentes de Pulpería Rial a EL CORREO, antes de añadir que “para Padrón y nuestros pimientos es un plus muy importante y de agradecer que Ramsay haya querido grabar aquí un programa que se va a ver en todo el mundo”.

Antes de comenzar el montaje, el equipo quiso recuperar fuerzas a base de pulpo para luego poner en marcha la grabación de un programa en la que el chef Gordon y sus colegas Gino D’Acampo y Fred Sirieix prueban los auténticos pimientos de Herbón, conservados hasta la fecha para que el multiestrellado cocinero los pudiese degustar. “Pese a que le insistimos en que los pimientos de Herbón se comen sin rabo; y en que aquí siempre los elaboramos sin rabo; él insistió en que los prefería freír con el rabo para poder cogerlos y comerlos con la mano”, explican las fuentes, que adelantan que el programa consistió en un juego en el que los tres protagonistas comen pimientos hasta que alguno pica y no pueden continuar masticando. “Pidieron agua y leche para hacer frente al picor”.

Se dio la casualidad que quien perdió la prueba fue el propio Gordon, por lo que le tocó apandar con su castigo, que no fue otro que disfrazarse de pimiento de Herbón y pasearse por las calles de la villa rosaliana. En el Paseo del Espolón, el mediático chef británico, revestido de color verde esperanza, se paseó saludando a los vecinos y repartiendo flyers de Pulpería Rial, después de no poder con el picor que provocó en su paladar el último de los pimientos que se pudo zamparse.

Gordon Ramsay quiso poner en valor los pimientos de Herbón como producto de primer nivel y agradeció a la Pulpería Rial su colaboración para la grabación de este programa que se podrá ver, mediante HBO, en muchos países del mundo. “Es una cosa muy buena para Padrón, una publicidad que tenemos que agradecerle a Gordon”, insisten desde la pulpería, al tiempo que muestran su gratitud por la amabilidad del chef, que no dudó en dedicarle uno de sus libros de recetas. Además de los hermanos Rial, en la grabación también participaron algunos padroneses, como José Domingo Méndez, Belén Xestal o Cesáreo Pardal, presidente del Clúster de Turismos de Galicia, quien obsequió a Ramsay con productos del Xacobeo; y también cobró un protagonismo especial Juan José Santana, jefe de sala de Pulpería Rial.

El equipo llegó a Padrón después de su paso por varias localidades gallegas. La mañana del lunes recaló en Malpica; y el sábado lo hizo en Santiago, donde se paseó por la Plaza de Abastos observando el género. No dudó en charlar con los placeros y también con los numerosos clientes que se encontraban en el recinto a primera hora de la mañana del sábado.

Y uno de los puestos donde realizó una parada especial fue la reconocida carnicería Chelo Muñico. Según explicó a EL CORREO Gloria Costa, responsable del establecimiento, Ramsay no solo se interesó por el producto, sino que en el momento que vio los excelentes chuleteros en el mostrador no pudo evitar la tentación de hacerse con una pieza.

“Pidió que le cortásemos un chuletón, que salió de 1,7 kilos”, reveló, al tiempo que añadió que el mediático cocinero no dudó un segundo en abrir la cartera para pagar los 60 euros que sumaba el tique. En concreto, explicó la responsable de la carnicería, se le ofreció una pieza de una vaca gallega de 14 años de edad y con una maduración en cámara de sesenta días. Ante el género de Chelo Muñico, el chef no pudo evitar manifestar su opinión sobre “un producto excelente”.