Rianxo, entre los 20 mejores lugares de España para una escapada rural

Este verano las peticiones de reserva en alojamientos rurales aumentaron en España un 40 % respecto a 2019. Los viajeros prefieren una casa rural de alquiler íntegro, con espacios al aire libre, piscina y barbacoa. Aunque el turismo rural siempre se movió en zonas del interior de la península, con la llegada del verano éste se desplaza a pequeños pueblos de la costa para disfrutar de playas y calas.

Clubrural.com, el portal pionero y con más alojamientos de turismo rural en España, elaboró una lista con los veinte pueblos de la costa más buscados por los viajeros de esa plataforma para hacer turismo rural este verano, entre los cuales figura Rianxo.

Los otros 19 son Llanes (Asturias); Somo (Cantabria); Bermeo (Bizkaia); Deba (Gipuzkoa); Alcúdia (Mallorca); Calonge (Girona); Sant Pere de Ribes (Barcelona); Deltebre (Tarragona); Peñíscola (Castellón); Cullera (Valencia); Jávea (Alicante); Águilas (Murcia); Las Negras (Almería); Almuñécar (Granada); Mijas (Málaga); Vejer de la Frontera (Cádiz); Isla Cristina (Huelva); y, también en Galicia, Sanxenxo (Pontevedra) y Ribadeo (Lugo).

Y la verdad es que encantos no le faltan al municipio rianxeiro, al que uno puede asomarse desde dos privilegiados miradores. Uno es el de Pico Muralla (que comparten Rianxo y Lousame), una plataforma para volar sobre el valle del río Té, a 678 metros de altura y con una de las panorámicas más impresionantes de Galicia. Desde allí se pueden ver las rías de Arousa y Muros-Noia, Santiago de Compostela y, si tenemos suerte en un día soleado, hasta las torres de la catedral.

El otro es el mirador de Castro Barbudo, cerca del mar, a 300 metros de altitud, en el punto más elevado de la parroquia de Taragoña. Allí encaja el rompecabezas: Rianxo fundiéndose con el mar o los bosques que esconden petroglifos ancestrales.

ESTUARIO DE COLORES. Pero Rianxo atesora también un estuario de colores de camino a Compostela. En el punto más occidental donde confluyen las provincias de Pontevedra y A Coruña se asienta el estuario del río Ulla.

Después de recorrer más de 130 kilómetros desde su nacimiento, el Ulla se adentra en el mar formando una amplia y tranquila ensenada con hermosas marismas y vegetación de ribera, abriéndose en la ría de Arousa, una de las más ricas de Galicia desde el punto de vista ecológico.

ARENA BLANCA. Y para perderse tomando el sol, cuatro son las playas de obligada visita: la de As Cunchas (un tranquilo arenal en un entorno fluvial, cerca de la desembocadura del río Ulla, junto a un pinar); la de A Torre (la más larga de Rianxo, en la desembocadura del río Té, en Taragoña, hasta la cual llega el paseo marítimo del pueblo y que dispone de una amplia zona de recreo); la de O Porrón (400 metros de arena fina para disfrutar de una jornada familiar, de aguas tranquilas por su situación resguardada); y la de Tanxil (la principal en cuanto a número de visitantes, servicios y por su proximidad al casco urbano, de aguas tranquilas y fr arena gruesa).

Conocer el rural rianxeiro implica también visitar el petroglifo de Os Mouchos: tres conjuntos rocosos idóneos para conocer el arte rupestre gallego. En sus más de 60 representaciones abundan los motivos animales y antropomorfos, siendo una extraordinaria recopilación de algunos de los motivos más habituales de los petroglifos gallegos.