Se desinfla la polémica en Boiro: “No fue un vertido, se limpiaron depósitos”

En política, suele ocurrir que una polémica se agrande con amenaza de explosión o que, por el camino, se desinfle. Y ambos escenarios se acaban de suceder en Boiro después de que el Partido Popular difundiese un vídeo denunciando que una empresa contratada por el Concello había vertido “residuos contaminantes altamente peligrosos para el medio ambiente y para la salud de los vecinos en Boiro de Arriba”.

Según explicó el portavoz popular, Fernando García, “la empresa encargada de la gestión del alcantarillado municipal vació una cisterna de aguas fecales en un monte comunal, al lado de los depósitos de agua de Boiro de Arriba”. “Se trata de una zona en la que hay acuíferos que van a fuentes públicas”, dijo.

“Esa práctica, según nos dijeron varios vecinos, viene siendo habitual en varios puntos del concello”, explicó el edil, quien calificó los hechos como “intolerables”.

Pues bien: la respuesta del gobierno local no se hizo esperar y, tras haber solicitado los pertinentes informes medioambientales y técnicos, este viernes aseguró que “no se trata de un vertido, sino de una limpieza habitual de maquinaria y depósitos municipales”. Según el teniente de alcalde, Luis Ruiz, “las imágenes difundidas tienen lugar en unas instalaciones municipales de los depósitos de agua empleadas por la empresa para el depósito de sus vehículos” y “no se trata de ningún vertido, sino de arenas retiradas de los depósitos de agua municipales”.

Ruiz explicó que las imágenes difundidas corresponden al 20 de diciembre, día en el que se realizaron tareas de mantenimiento y limpieza de los depósitos municipales que el Concello tiene en Boiro de Arriba, y que para dichos trabajos se cortó el abastecimiento municipal de entrada y se vaciaron los depósitos.

Por otra parte, Luis Ruiz aseguró que “el informe de Medio Ambiente sobre la presencia de vertidos contaminantes procedentes de la red de saneamiento en el lugar de las instalaciones públicas de los depósitos de agua manifiesta que no se encontró ningún resto de ningún tipo de vertido contaminante”.

En 2019 el Concello puso en marcha un servicio de control del saneamiento con operarios municipales. Un servicio que “hasta entonces estaba en manos de empresas externas al Ayuntamiento sobre las que no había ningún tipo de control”, explica Ruiz.

“Entonces contratamos una empresa que hiciera un mantenimiento periódico de toda la red. Se hizo una auditoría de los 41 pozos de bombeo para conocer en qué situación se encontraban y evitar gastos innecesarios de reparaciones. La auditoría evidenció que las bombas del abastecimiento eran obsoletas, con un consumo energético muy alto y una capacidad de trabajo muy deficiente”, añadió. Según Ruiz, de manera paulatina se fueron renovando los pozos de bombeo, lo que supuso un ahorro de energía de 25 % y una reducción del 40 % en el número de reparaciones anuales.