Sendas para eliminar los últimos puntos y tramos negros jacobeos
Xunta y Diputación se han puesto las pilas para rebajar el riesgo que sufren los peregrinos en los recorridos de la Vía Jubilar compartidos con el tráfico. Y, pese a la cantidad y extensión de los distintos itinerarios jacobeos que cruzan los 57 municipios que integran la comarca compostelana, la Dirección General de Tráfico únicamente señala como entornos de mayor peligrosidad el punto kilométrico 003+850 de la AC-445 (en Corcubión) y el 028+900 de la carretera DP-3404 (Dumbría). Respecto al apartado de tramos inseguros, ambos están en Negreira: son dos kilómetros de la DP-5603 desde el pk 008+700, y 250 metros de la AC-447 (consta en la lista como AC-448) a partir del pk 001+100.
Así las cosas, hay que subrayar que, en el caso de la capital barcalesa, están ya a punto de terminarse tanto las sendas que promueve la Diputación de A Coruña en la carretera que une la villa con Marco do Cornado como también la de la Xunta en el tramo de A Barquiña. Respecto al primer trecho negreirés –los dos kilómetros señalados en la DP-5603–, fue a principios del año 2020 cuando la Administración provincial adjudicaba por 678.931 euros la construcción de 5 km de recorridos peatonales en la carretera DP-5603, de Negreira a Marco do Cornado, añadiendo casi 120.000 euros para expropiaciones. La intervención incluye los puntos kilométricos 1+430 y 2+170, 7+300 y 7+820, 8+750 y 10+770 y del 11+110 al 12+900, con un ancho de dos metros.
Asimismo, hace unas semanas la Consellería de Infraestruturas comenzaba la reforma de la AC-447 para dotarla con una senda para los peregrinos, 250 metros que ya emplean los caminantes, como el que ilustra esta página, por un importe de 53.000 euros. Además, en el terreno de un inmueble cedido al Ayuntamiento en esta misma localidad se han instalado bancos y mesas que podrán aprovechar.
Ya en Corcubión, el pasado mes de julio se desplazaba el delegado de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor para dar el pistoletazo de salida al refuerzo de la seguridad del Camino de Fisterra en el municipio por 18.600 euros. Estas obras incluyeron la mejora del paso y de la señalización de la AC-445 en el punto kilométrico 3.380 en pro de la seguridad en este cruce de tránsito obligado. Allí se ejecutó una pequeña senda de unos cincuenta metros de en suelo cemento, con zanja revestida de hormigón por el margen izquierdo de la carretera, señalizando el cruce de la vía al final del itinerario e incluyendo también dos bandas transversales de alerta.
VARIAS actuaciONES. Y en lo que atañe a la DP-3404 (la carretera que une Outes con Dumbría), hay que recordar que este vial ya fue objeto de licitaciones de la Diputación por 450.000 euros de cara a habilitar espacios seguros y diferenciados para los peatones, concretamente entre los núcleos de Insua y A Picota (PK 14+820 al 16+100) y entre Zanfoga y Ponte Olveira (PK 18+360 y 19+600) , debido a la falta de espacio para los transeúntes cuando coincide dicha vía con la Prolongación del Camino. Sin embargo, la DGT mantenía este mismo año al entorno del kilómetro 28,9 de ese vial como uno de los que entrañan más peligrosidad para el peregrino.
Conselleira de Infraestruturas e Mobilidade
La conselleira Ethel Vázquez explicó que en el tramo jacobeo de A Barquiña (Negreira) existe un cruce con buena visibilidad, pero también una zona donde los peregrinos tienen que caminar por el arcén durante un trecho de 270 metros. Y es allí donde están terminando una pequeña senda, de cerca de 200 metros y cruce señalizado. La titular de Infraestruturas señaló que se trata de una actuación sencilla, en cuanto a su ejecución y a la inversión, pero de una “enorme importancia” respecto a la seguridad viaria, haciendo así que este trecho del Camino de Fisterra gane protagonismo, “ofrecéndolle ao peregrino unha Ruta, ademais de máis segura e cómoda, tamén máis acolledora e agradable”, afirmó. Enmarcó esta obra en las intervenciones autonómicas para reforzar la seguridad viaria, la accesibilidad y la integración paisajística del Camino.
tan preciso é para os nosos concellos que veñan os peregrinos como que falen ben do Camiño de Santiago, de xeito que poida seguir fluíndo este turismo, moi importante para os hostaleiros do noso rural. E ademais de ofrecerlles o noso patrimonio histórico, e pór aos seus pes paisaxes inigualabeis, temos que primar a seguridade como un acicate que posiblemente determine que elixan esta maneira de investir o seu lecer e non outra. Porque da amabilidade das xentes supoñemos que non van ter queixa, e dos prezos que se atopan, tanto á hora de pernoctar como de comer, aínda menos. Pero a competencia está aí, e para loitar contra os destinos de praia é preciso achegarlles unha oferta diferenciada e sempre baseada na calidade.