Vidas paralelas, proyectos perdidos y un caos político en Ponteceso y Muxía

Se veía venir y sucedió. Primero fue Ponteceso y ahora se repite la historia en Muxía. Las divergencias entre gobierno (ambos del PSOE y en minoría, con tres ediles cada uno) y las respectivas oposiciones pueden dejar a ambos municipios sin los fondos del Plan de Obras e Servizos (POS) de la Diputación.

En Ponteceso, ni a la tercera fue la vencida. El alcalde, Lois García, después de haber sido rechazada la propuesta del ejecutivo en dos ocasiones, convocó una tercera sesión en la noche del miércoles, la cual ni se pudo celebrar dado que ninguno de los ediles de la oposición acudió. Insisten en que no reconocen al regidor como interlocutor válido y supeditan toda opción para salvar el mencionado plan a una reunión con el presidente de la Diputación.

Un encuentro al que fueron citados el pasado martes pero, según el portavoz del PP, Daniel García, “chamounos o vicepresidente ás 16.30 horas para ir a unha reunión ás 18.00”, por lo que pidieron una convocatoria “en tempo e forma co presidente”. Critica además el ofrecimiento de subvenciones nominativas para Ponteceso “a cambio de que aprobemos o POS; parece que están poñendo prezo ao noso apoio ao seu alcalde”, concluye al respecto.

El regidor dice que están “aburridos de darlle oportunidades. Agora só queda pedir aos veciños que teñan coidado, porque esta xente xa non se conforma con rexeitar proxectos, senón que agora poden empezar a desfacer obras que xa están feitas”.

En Muxía, la Corporación estaba citada el mismo día y a la misma hora. Allí sí hubo quorum y debate, y el POS ya había sido aprobado en una sesión anterior, gracias a la abstención de la oposición. Ahora sólo tocaba aprobar la modificación de un proyecto, a petición de la Diputación, pero el PP y los ediles no adscritos (exsocialistas, al igual que en Ponteceso), decidieron votar en contra y, con ello, la aprobación inicial de proyectos valorados en más de medio millón de euros quedó también en suspenso.

Todos los miembros de la oposición, incluido el edil del BNG, que se abstuvo, reiteraron sus acusaciones al alcalde, Iago Toba (PSOE), por negarse al diálogo para tratar de consensuar los proyectos dada la minoría de su gobierno.

El regidor, no obstante, asegura que “ese argumento é só unha escusa. Os proxectos xa foran aprobados; só se trataba de modificar en 800 € o orzamento dun deles, e ca súa negativa os veciños de Muxía perderán máis de 500.000”.