Vuelven los estafadores al Camino Francés: intentan timar a peregrinos en Arzúa
Dos mujeres se hacían pasar por miembros de una asociación benéfica mientras un hombre las aguardaba en el coche
La Oficina Móvil de Atención al Peregrino (OMAP) de la Guardia identificó a tres personas en el Camino Francés como presuntos autores de un delito de estafa. Los hechos fueron conocidos a través de una llamada telefónica al COC (Centro Complejo de Coordinación) de la comandancia de la Guardia Civil de A Coruña por un agentes fuera de servicio que se encontraba realizando el Camino y que observó como dos mujeres molestaban a los peregrinos que realizaban el Camino Francés en el término municipal de Arzúa .
La patrulla de la OMAP compuesta por personal de Guardia Civil, GNR portuguesa y Gendarmería Nacional Francesa, comenzó la búsqueda de estas personas preguntando a cada peregrino si las habían visto. Finalmente lograron identificarlas en uno de los cruces del Camino Francés del municipio de Arzúa. Las dos mujeres se hacían pasar por miembros de una organización benéfica, sin serlo, con el propósito de obtener un beneficio económico con el engaño.
Tras ser identificadas suben en un bus, y se bajan en el casco urbano de Arzúa, donde las esperaba en un vehículo un hombre que tras ser identificado por la OMAP manifiesta estar esperando a las dos mujeres.
Las tres personas identificadas por la Guardia Civil poseían numerosos antecedentes por hechos similares y han sido propuestas para sanción por posibles infracciones de la Ley de Protección de los Caminos de Santiago.
ESTAFAS Parece que este tipo de estafas están siendo muy frecuentes en el Camino. Hace menos de quince días la Guardia Civil denunciaba a otros presuntos autores de un engaño. En el marco del servicio en la oficina móvil de atención al peregrino, a su paso por la localidad lucense de Sarria, la Guardia Civil tenía conocimiento de que tres personas en algún punto del trazado de la etapa Sarria-Portomarín del Camino Francés se hacían pasar por voluntarios de una ONG e interferían en el peregrinaje pidiendo donativos para colaborar supuestamente con la entidad.
Los agentes fueron alertados de estos hechos por distintos caminantes. A unos tres kilómetros y medio del puente de A Áspera (Sarria) dieron con los presuntos voluntarios, que en cuanto se percataron de la presencia policial emprendieron la huida. Los detenidos intentaron deshacerse de una serie de documentos, que fueron recuperados por los agentes posteriormente: listados con solicitudes de firmas y datos personales de los peregrinos que habían estafado.
Ya más atrás, si nos remontamos al 2019, también se detectaron casos parecidos. Un peregrino escocés era zarandeado por un grupo de estafadores a la altura de Barbadelo, entre Sarria y Portomarín, después de negarse a la limosna. Tras el encuentro con la víctima se daban a la fuga. Llegaban a quitarle la cartera, aunque finalmente no se la llevaban.
Se trata de un fenómeno que no es nuevo, pero que asusta. Y es que los episodios se repiten, siguiendo siempre un procedimiento similar: un peregrino, preferiblemente que viaja solo, es abordado por uno o varios individuos que le piden donativos para una asociación de ayuda a discapacitados. Si la persona rechaza participar, la insistencia es mayor.