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El virus experimentó un impás en Centroeuropa en diciembre, pero ha vuelto con más fuerza

Países como Alemania o Bélgica optan por reducir restricciones pese al incremento de casos para evitar los colapsos por las bajas laborales

¿Por fin hemos doblegado la sexta ola? España se encuentra esperanzada con la tendencia al descenso de incidencia encadenada en la última semana. Parece que el pico del envite ya se ha superado y que, ahora, lo que queda por delante es tener paciencia hasta, más o menos, mediados de febrero, para recuperar una incidencia aceptable, con los casos bajando tan rápido como subieron.

Pero todo ello suponiendo que no se produzcan repuntes. ¿Cómo poder anticipar qué sucederá? Pues viendo cómo le ha ido a nuestros vecinos europeos con la expansión de ómicron, ya que, antes de que esta variante llegase a España, muchas potencias de Europa ya habían comenzado el ascenso de la sexta ola (para ellos la cuarta).

De hecho, la mayoría lo hicieron en la segunda semana de octubre, mientras que los incrementos no llegaron a nuestro país hasta mes y medio después, a mediados de noviembre. El ascenso de la curva en España fue un fiel reflejo de lo que había sucedido en el resto de países, por lo que, ver cómo han seguido estos sería, quizá, un anticipo de lo que se nos avecina.

Y lo cierto es que el balance para la mayoría no es positivo. Por tomar como ejemplo a cuatro grandes potencias centroeuropeas, Alemania, Austria, Bélgica y Países Bajos lograron doblegar su cuarta ola a comienzos de diciembre, pero la alegría duró poco, concretamente, hasta final de mes. Desde comienzos de enero –sin tiempo, por tanto, a que los incrementos derivasen de las Navidades–, el descenso dió paso a la estabilidad y, a partir de ahí, la curva volvió a subir, de forma incontrolada, hasta la actualidad.

¿Qué fue lo que cambió en ese periodo para que volviese el ascenso? ¿Se eliminaron restricciones? Pues, lo cierto es que no cambió prácticamente nada. De hecho, muchos de estos países habían sido los más drásticos a la hora de imponer restricciones, llegando incluso al confinamiento total, pero nada sirvió para frenar la reexpansión de la variante ómicron.

Tanto es así que, a día de hoy, incluso los más conservadores ya levantan medidas, convencidos de que estas no sirven para contener al virus y que, por tanto, habrá que convivir con él de otro modo, como tratando de reducir el tiempo de baja laboral por contagio. Analicemos cómo está la situación en cada caso.

ALEMANIA REDUCE LAS CUARENTENAS. El país germano comenzó a crecer en contagios a mediados de octubre, logrando estabilizar la curva en el pico de 968,35 casos por cien mil habitantes de incidencia, el 3 de diciembre. Todo ese mes fue de bajada, hasta llegar al mínimo de 460,43 de incidencia el 1 de enero. Y, desde entonces, parece que ómicron ha recobrado fuerzas y vuelto con más ímpetu, estando ya en 1.268,69 casos por cien mil habitantes a catorce días.

Durante el primer periodo de incremento de las infecciones, hasta diciembre, el país optó por imponer fuertes restricciones a no vacunados, como el no poder reunirse con no convivientes o el no poder acudir a servicios que no fuesen de carácter esencial (esto incluía tiendas, teatros y restaurantes). Posteriormente, se empezó a exigir además de certificado de vacunación para acceder al interior de recintos, un test negativo.

Ahora mismo, sin embargo, aunque la curva está disparada, viendo que todos los esfuerzos fueron insuficientes y que el país se está paralizando ante las numerosas bajas laborales, incluso se ha reducido la cuarentena de catorce a diez días, o a siete en el caso de las profesiones de carácter esencial.

AUSTRIA deja sin efecto EL CONFINAMIENTO pAra VACUNADOS. En el caso de Austria, su oleada empezó a crecer a mediados de octubre, llegando al pico el 26 de noviembre, con 2.084,33 casos por cien mil habitantes de incidencia. Todo diciembre fue de estabilidad, llegando a un mínimo de 363,64 de incidencia el día 29. Sin embargo, fue entonces cuando comenzó el imparable ascenso, que mantiene ahora al país con 2.155,71 casos por cien mil habitantes.

Y cabe recordar que este fue de los países más extremos en la lucha contra la expansión del virus. Se enfrentó a un fuerte confinamiento el 22 de noviembre, con todo cerrado, solo pudiendo salir de casa para acudir al trabajo o a la oficina. Después de diciembre confinado, el aislamiento se extendió hasta el 10 de enero para los no vacunados, que para asistir al trabajo tenían que hacerse un test negativo. Más allá de los no inmunes, el resto de la población lleva una vida ‘normal’.

BÉLGICA SOLO PIDE CERTIFICADO PARA ACCEDER A LA HOSTELERÍA. El máximo de su envite de ómicron se alcanzó el 5 de diciembre con 2.126,03 casos por cien mil habitantes a catorce días. Al igual que los dos países anteriores, Bélgica pasó un diciembre a la baja, con el mínimo de 809,94 infectados por cien mil logrado el día 27. Desde entonces, casi se duplicó el anterior máximo, estando en 3.767,66 de incidencia actualmente.

Fue en noviembre, para contener el crecimiento, fue cuando se adoptaron las medidas más drásticas: uso obligatorio de mascarilla a partir de los seis años y adelantar las vacaciones de Navidad en los colegios. También hizo lo propio con el teletrabajo, que extendió a cuatro días por semana. Y, en la restauración, prohibió superar las seis personas por mesa y adelantó el cierre a las 23.00 horas.

Sin embargo, la justicia tumbó ciertas medidas, como el cierre de espacios de ocio, por lo que han tenido que reabrir y, ahora mismo, la vida en Bélgica ha vuelto a su discurrir habitual, con la única salvedad de que hay que presentar el certificado covid para acceder a la hostelería (válido solo durante 150 días tras la puesta de la última dosis).

PAÍSES BAJOS, el PIONERO EN ÓMICRON. De manera idéntica, en los Países Bajos la curva subió hasta el 5 de diciembre, cuando se registraron 1.776,46 contagios por cien mil habitantes. Todo diciembre bajó, hasta el mínimo de 1.045,78 el 28, y ahora está en 2.824,73. En este país, la caída no fue tan acusada en diciembre como en los demás, pero se pueden apreciar claramente dos oleadas diferenciadas.

¿Esto se debió a que ómicron se hizo presente a partir de diciembre y no en noviembre? Para nada, pues cabe recordar que Holanda informó de que esta nueva variante ya estaba presente en su territorio mucho antes que en Sudáfrica.

igual que españa
Países sin parón en la curva

• Italia: Actualmente registra una incidencia de 4.196,49 casos por cada cien mil habitantes. Desde mediados de octubre no cesó el crecimiento, que arrancó en tan solo 60,49 infectados a dos semanas.

• Portugal: Nuestro vecino ya supera los 5.651,24 casos por cien mil habitantes. Al igual que Italia, desde mediados de octubre, cuando registraba 84,25 de incidencia, estuvo subiendo.

• Francia: Disparada hasta 6.805,66 casos por cien mil habitantes. La que para el país galo fue la cuarta ola comenzó el crecimiento el 21 de octubre, partiendo de 97,37 infectados por cien mil habitantes a catorce días.

• Reino Unido: Empezó a doblegar la curva hace apenas dos semanas, el 10 de enero, cuando llegó al pico de 3.527,07 casos por cien mil.

26 ene 2022 / 01:00
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