Ya no queda ningún municipio en el nivel de riesgo máximo
Monforte y Melide bajan al alto y Ordes pasa al medio, donde le acompañan Santa Comba, O Pino, Arzúa y Agolada
La quinta ola dice adiós, pero no lo hace por igual en todo el territorio gallego. Hay un último reducto donde el coronavirus todavía se aferra con fuerza: la diagonal que cruza Galicia desde el noroeste hasta el sureste, por la que discurren las comarcas de Terra de Melide, Ulloa, Chantada, Terra de Lemos, Arzúa, Ordes, Betanzos, Deza y Terra de Trives.
Un total de 21 municipios confluyen en esta zona con incidencias extremas, superiores a 500 casos por cada cien mil habitantes e incluso a los 1.000 en muchos de ellos. Pese a ello, el Comité Clínico reunido en la tarde de este martes ha decidido que desde el próximo sábado ya no habrá ningún ayuntamiento en nivel máximo de restricciones, bajando Monforte y Melide al riesgo alto y Ordes al medio.
También en nivel alto estarán Curis, A Pobra de Trives y Viana do Bolo. Serán así un total de cinco municipios. En el riesgo medio, junto a Ordes, estarán desde el sábado Muros, Santa Comba, Agolada, Arzúa, O Pino, Lugo, Taboada, Antas de Ulla, Castro de Rei, Monterroso, Palas de Rei, Sarria, Arteixo, Muxía y Nigrán. Es decir, dieciseis.
DIEZ ZONAS CON INCIDENCIA SUPERIOR A MIL. El mapa de incidencia poco tiene que ver ya con el de restricciones. Y es que en estos momentos hay diez ayuntamientos con más de mil casos por cada cien mil habitantes a catorce días. Los tres que se llevan la palma son: A Pobra de Trives (Ourense), con 2.322 de incidencia a catorce días (48 infectados entre sus 2.014 vecinos) y 1.490 a siete (30 contagios); Baralla (Lugo), con 1.956 casos por cien mil habitantes a dos semanas vista (50 infectados entre 2.482 vecinos) y 524 a una (13 contagios); y Melide (A Coruña), con 1.431 de incidencia a catorce días (106 infectados en 7.419 habitantes) y 297 a siete (22 contagios).
A continuación, también por encima de los mil casos por cien mil habitantes, estarían Manzaneda (Ourense), con 1.149 (solo diez infecciones entre sus 843 vecinos); Monterroso (Lugo), con 1.134 (41 casos entre 3.613 pobladores); Monforte de Lemos (Lugo), con 1.134 también (209 infectados en 18.347 habitantes); Curtis (A Coruña), con 1.130 (45 contagios entre 4.055 habitantes), algo que podría ponerlo en el punto de mira; Agolada (Pontevedra), con 1.109 (26 casos entre 2.304 vecinos); Toques (A Coruña), con 1.068 (doce infectados entre 1.107 habitantes); y Palas de Rei (Lugo), con 1.063 (36 contagios entre 3.326 vecinos).
diecisiete por encima de quinientos. Por otro lado, los ayuntamientos con más de 500 de incidencia son 17, de los que preocupan sobremanera cuatro: Ordes (A Coruña), con 584 casos por cien mil habitantes a 14 días (74 infectados entre 12.625 pobladores) y 158 a siete (20 contagios); Arzúa (A Coruña), con 861 de incidencia a dos semanas (52 contagios entre 6.011 habitantes) y 233 a una (14 infectados); A Pobra de Brollón (Ourense), con 622 (diez infecciones entre 1.632 pobladores) y 613 (diez contagios), respectivamente; y Castro de Rei (Lugo), con 673 (34 contagios entre 5.073 habitantes) y 197 (diez infectados).
Todos los demás dentro de esta lista, aunque registran altas incidencias a 14 días, no a 7, ya que sus infectados descendieron casi a cero en la última semana. Con 0 estarían: Frades (556 a catorce), Larouco (699), Parada de Sil (558) y Vilariño de Conso (578). Y, en torno a tres: O Pino (646 a dos semanas), Boimorto (756), Santiso (631), Antas de Ulla (709), Taboada (581), O Saviñao (589), Xunqueira de Espadañedo (800), Viana do Bolo (554) y A Pastoriza (966).
Santiago. La vacunación en Galicia sigue avanzando y cada vez es menos la población que queda por inmunizar (alrededor de 200.000 gallegos). Sin embargo, se hace evidente que con las reinfecciones será necesario administrar una tercera dosis en aquellos pacientes más debilitados.
Así, este martes la Comisión de Salud Pública aprobó la administración de una tercera dosis adicional de la vacuna a pacientes en “situación de grave inmunosupresión”, e hizo hincapié en que de momento no se recomienda para la población general.
Las dosis adicionales se harían con vacunas de ARN mensajero (Pfizer o Moderna) y preferiblemente se administrarán al menos 28 días después de la última dosis y con el mismo tipo de vacuna que la recibida con anterioridad. La vacunación de ancianos de residencias ha quedado aún pendiente.
Además, la inmunización de los estudiantes también su puso sobre la mesa. Con la vuelta a las clases para los alumnos de Secundaria a la vuelta de la esquina, el presidente del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, fijó el lunes un nuevo objetivo para los próximos días: llegar al inicio del curso con el 97 % de los jóvenes mayores de 12 vacunados.
En estos momentos la cifra ronda el 87,9 %, el equivalente a 158.207 adolescentes de 12 a 19 años de los casi 180.000 que integran este grupo en la comunidad gallega. El 97 % se alcanzaría con 174.585 inmunizados, por lo que restarían 16.378 por recibir la pauta en los próximos cinco días para cumplir el reto: 3.276 por día.
De este modo, prácticamente todos los jóvenes estarían ante un nuevo escenario, sobre todo después de que Sanidad plantease este martes a las comunidades en la reunión semanal del Consejo Interterritorial que los alumnos vacunados no hagan ya cuarentena en caso de mantener contacto estrecho con un positivo, tal y como se recoge en el documento del Ministerio ‘Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de covid’, actualizado el 12 de agosto. á.p.
Santiago. Tras varias semanas de debate parece que la Xunta ha llegado a un acuerdo con el sector de la hostelería para fijar un marco común que guíe los pasos de la apertura en los próximos meses. Así, los negocios quedarán divididos en dos niveles de seguridad, independientemente de la situación sanitaria del ayuntamiento en el que se encuentren, ya que serán los propios establecimientos los que decidan bajo qué nivel de condiciones de seguridad trabajan, en el medio o en el máximo, para optar a un mayor aforo y otras cuestiones como la recuperación del uso de la barra.
Y, aunque no tendrá una importancia trascendente el nivel de incidencia del municipio, sí se preve la posibilidad de adoptar medidas conjuntas en caso de empeoramientos severos del contexto sanitario, así como cuando se detecten brotes asociados a la hostelería.
Antes de que este miércoles se den a conocer los detalles del acuerdo, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, adelantaron que el documento final contará con el refrendo de los grupos de expertos y entrará en funcionamiento este septiembre.
Avanzaron, además, que la “mayoría” de medidas que contemplan los dos niveles “están ya en funcionamiento”, por lo que operar dentro del baremo de seguridad máxima no conllevará desembolsos adicionales.
Tanto Rueda como Comesaña han puesto el acento en que el documento ha sido “muy consensuado” y nace con vocación de permanencia para dotar de un “marco estable” al sector hostelero. Este es un “documento pionero en toda España que probablemente va a ser seguido e imitado en otros territorios”, destacó el vicepresidente.
Además, desde el Ejecutivo gallego también se afirmó que se mantienen aún conversaciones con el sector para elaborar un nuevo marco normativo para el ocio nocturno con el horizonte de que esté listo en el mes de octubre. “Vamos a ver si somos capaces este mes de llegar a un acuerdo y que el último trimestre del año puedan trabajar con cierta normalidad”, dijo Rueda. La posibilidad de prolongar el horario de apertura está sobre la mesa. E.P.
