Unicaja dio la segunda gran sorpresa en la Copa. El jueves fue el Barça y este sábado eliminó al Real Madrid en las semifinales (82-93) en un partido donde creyó en sus opciones ante un conjunto blanco que cuando quiso reaccionar, ya no pudo.
Será una final histórica en la ACB ya que desde el 2009, no alcanzan la lucha por el título dos equipos que no sean ni el Barça ni el Madrid. Los malagueños quieren sumar su segundo título después del lejano 2005.
Ficha técnica:
82 - Real Madrid (19+20+20+23): Williams-Goss (9), Musa (10), Hezonja (2), Yabusele (6), Tavares (19) -cinco inicial- Causeur (8), Sergio Rodríguez (5), Hanga (3), Deck (15), Rudy Fernández (-), Poirier (5) y Cornelie (-).
93 - Unicaja (17+22+27+27): Perry (10), Carter (12), Djedovic (5), Ejim (7), Kravish (20) -cinco inicial- Brizuela (1), Díaz (2), Osetkowski (14), Barreiro (3), Kalinoski (11) y Thomas (8).
Árbitros: Antonio Conde, Óscar Perea y Rafael Serrano. Sin eliminados.
Incidencias: Primera semifinal de la Copa del Rey disputada en el Palau Municipal d'Esports de Badalona ante 11.547 espectadores.
Unicaja salió a toda máquina, consciente de que la única manera de hacerle daño al Madrid era imprimir mucha velocidad y una defensa agresiva desde el primer minuto. Y los de Ibón Navarro se aplicaron ante un Madrid que las vio venir.
El ritmo era de Unicaja, que buscaba los triples para hacer salir de la zona a Tavares. Y la táctica les funcionó. El ritmo del partido era para los malagueños, que conseguían pequeñas ventajas, pero el Madrid siempre cerca (9-10).
Los triples eran el recurso de Unicaja, con Perry, y Kravish, lidiando con el pívot caboverdiano ante la ausencia de Lima y Sima, lesionados.
Un buen primer cuarto de Unicaja, que mantenía a raya al Madrid, muy dependiente de Musa. A pesar del ritmo verde, el Madrid se iba por delante al final de los primeros 10 minutos (19-17).
Agresividad defensiva
El plan de juego del cuadro malagueño no varió, aunque el Madrid reaccionó y lograba su máxima renta tras canasta de Sergio Rodríguez (29-25). Navarro pidió un tiempo para evitar males mayores y Unicaja volvió al partido convencido de hacerle daño a los blancos.
Despertó ofensivamente Perry ante el desacierto de Brizuela, que a diferencia del día del Barça, fue incapaz de meter una. El duelo se mantuvo igualado, usando las faltas Unicaja para frenar el ritmo blanco y consiguió llegar al descanso con el partido parejo (39-39).
En la reanudación, Unicaja salió igual de concentrado alcanzando una máxima de 6 (43-49) con Osetkowski como ejecutor de dos acciones de dos más uno. El Madrid parecía que se dosificaba, recuperando pronto la diferencia, aunque Osetkowski seguía en vena desde el triple (49-52).
El momento de Unicaja
El mejor momento de Unicaja llegó a 4:48 cuando un triple de Kalinoski daba la máxima renta a los malagueños (57-50). Mateo pidió tiempo porque era un momento peligroso para los blancos que veían como los de Navarro se crecían por momentos.
Con un Kravish desatado en ataque y taponando en defensa, Unicaja lograba acabar el cuarto 7 por delante (59-66) y con la segunda gran sorpresa de la Copa a solo 10 minutos del final.
Unicaja salió convencido de sus opciones, y un triple de Carter daba al cuadro malagueño su máxima renta, un +14 (64-78) que dejaba a un Madrid sin la intensidad necesaria, contra las cuerdas. Para más desgracias blancas, se lesionaba Musa.
El Madrid lo intentó pero la inspiración estaba al lado de Unicaja que resistió la embestida final blanca, para llevarse la victoria (82-93) y luchar por su segunda Copa. Dejar fuera a Barça y Madrid tiene un mérito increíble, pero habrá que rematar la faena este domingo.