Motor

Tras los pasos de Alonso: Marta García, la española que quiere destruir el techo de cristal de la Fórmula 1

La piloto valenciana competirá esta temporada con el Prema Racing, escudería de la F1 Academy, competición femenina que tiene como objetivo formar a corredoras para estar en la primera fila del motor | "Cada vez hay más mujeres en las estructuras. Hemos abierto el camino a las niñas que vendrán", reflexiona

Marta García, piloto española, celebra su triunfo en las W Series logrado en 2019.

Marta García, piloto española, celebra su triunfo en las W Series logrado en 2019. / W Series

Denís Iglesias

Matar el aburrimiento genera grandes historias. Que se lo digan a Marta García (Denia, 2000), piloto española del Prema Racing de la F1 Academy, competición femenina que, como declara a El Periódico de España, “tiene el objetivo de que una mujer vuelva a la Fórmula 1”, siguiendo los pasos de pioneras como Maria Teresa de Filippis. Su historia de amor por todo lo que tenga ruedas nació una tarde en la que su padre la llevó a ella y a su hermana a rodar en un circuito.

Desde entonces, la gasolina se convirtió en su sangre y a sus 22 años ha dado ya varias vueltas a su cuentakilómetros. García completó la parrilla de la F1 Academy y junto a Nerea Martí (Campos Racing) serán las representantes españolas en una competición que busca preparar a las pilotos para estar en la primera fila del motor. Habrá 12 competidoras y cinco equipos que competirán en siete eventos (uno en Valencia y otro en Barcelona) de tres carreras cada uno. El pistoletazo de salida será el 28 de abril en el circuito austriaco de Spielberg.

¿Por qué fracasaron las W Series?

Es diferente a las W Series, porque depende directamente de la Fórmula 1 y ha supuesto una gran inversión”, explica una corredora que vivió el aciago final de la competición femenina. “Acabó abruptamente por falta de presupuesto”, recuerda. Las W Series fueron una apuesta fallida que, sin embargo, ayudó a crecer a deportistas como Marta, que se encuentran ante una sucesión de muros a la hora de competir en el mundo del motor: el primero, económico; el segundo, de género.

Este último se explica a la perfección en lo vivido por Jamie Chadwick, ganadora de las tres ediciones de las W Series, quien se ha tenido que 'conformar' para 2023 con la categoría Indi NXT, la antesala de la IndyCar Series. A raíz del bloqueo, se le preguntó a Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, sobre el futuro de las mujeres en la competición. "Siendo realistas, a menos que haya algo como un meteoritono veo que una chica vaya a llegar en los próximos cinco años", dijo, a lo que Chadwick respondió: "No me molesta, es una motivación extra que refuerza mi objetivo de alcanzar la F1 precisamente en cinco años".

Chadwick, como Marta García, deberá tumbar una barrera común a todos los pilotos: el presupuesto. A principios de marzo, la española lanzó una campaña de crowdfunding para recaudar fondos de cara a la nueva temporada. Aunque no es el método que más le guste, le ha permitido, por ejemplo, pagarse el casco. Ella misma está contactando con las empresas, a través de su universidad -estudia Marketing-, la ESIC de Valencia. Su padre es la otra pata de un proyecto comercial construido desde lo local hasta lo global, con apoyos como el de Mercedes-Benz Valdisa, que ven en esta asociación una inversión y no un gasto.

Marta García, piloto española, en su foto oficial con Prema Racing.

Marta García, piloto española, en su foto oficial con Prema Racing. / Prema Racing

Prema Racing, la mejor cantera del automovilismo

Otra ventaja este año para Marta García es que Prema Racing es la mejor estructura de cantera. De sus filas han estado Charles Leclerc, Mick Schumacher, Lance Stroll, Esteban Ocon, Oscar Piastri, además de los españoles Daniel Juncadella o Roberto Merhi. "En la F1 Academy hay equipos privados. Es cierto que bajamos la velocidad con respecto a las W Series, lo que podría ser un paso atrás, pero creo que la que gane va a tener más oportunidades", explica la corredora.

Quien no conozca a Marta García, sepa su edad y lea estas dificultades, podría pensar que se trata de una recién llegada, pero nada más lejos de la realidad. En karting logró vencer en los campeonatos de FIA Academy Trophy y en la clase KFJ del Trofeo delle Industrie (2015). Desde ahí dio el salto a los monoplazas, a la Fórmula 4; fue reclutada por la Academia de Renault Sport y desde 2019 formó parte de las W Series, donde logró una victoria y cuatro podios.

Por eso ella se siente “mayor” ya y considera que la edad puede jugar en su contra, evidenciando que el deporte de elite va todavía más rápido que las carreras. “Mi hoja de ruta sigue siendo estar en la Fórmula 1, porque estoy en el campeonato idóneo para ello. Llegaremos. Ojalá pueda dar el salto y cumplir el sueño. Pero tengo el hándicap de la edad. Si soy capaz, bien, de lo contrario, por lo menos habremos abierto una ruta para las que vienen detrás”, reflexiona una corredora que nota la revolución que ha causado en España esta temporada de la Fórmula 1.

"Soy fiel a Fernando Alonso. Siempre ha sido un referente. Un gran piloto que ha iniciado de la mejor manera el campeonato. Pero también he de decir que otro de mis favoritos es Lewis Hamilton, porque igualmente es importante cómo se comporta fuera de pista un piloto. En este sentido, me gusta su imagen y cómo se relaciona con su comunidad. Un perfil más motivacional", reflexiona Marta García, quien no deja escapar ningún detalle de lo que le rodea.

Combatir la ansiedad del deporte de élite

A la española, la presión le jugó una mala pasada en 2021, cuando dejó de competir por ansiedad. “Desde entonces, intento tomarme las cosas de otra manera. No me pongo tanta presión, simplemente disfruto y dejo de darle vueltas a todo. He aprendido a sobrellevar mis emociones y trabajo la salud mental con Calandín Psicólogos. Estoy más preparada que nunca”, razona una corredora a la que durante un tiempo le costaba hasta respirar cuando se metía en un monoplaza. 

“Soy una persona muy ambiciosa. Hay que tener en cuenta que en el karting gané muchas carreras, también a nivel europeo. Al final, uno se forma su ego. Pero cuando di el salto a los fórmulas, me costó, al final es una técnica nueva. Hasta yo mismo empujaba demasiado. Tenía que conducir más tranquila, pero de esto me di cuenta más tarde”, recuerda García, a quien se levantaban unas migrañas horribles, que incluso le impedían ver. 

Nadie se puso más presión que ella. “A veces me da nostalgia el karting, donde empecé con siete años y estuve una década. Era un gran sacrificio, pero no me quedaba otra, porque tenía que ganarme el respeto en muchas carreras en las que era la única chica. Cuando fui creciendo y salí a países como Italia me di cuenta de que había más mujeres haciendo poles y ganando por delante de ellos”, rememora, describiendo la segunda barrera, aún más alta que la del presupuesto.

"Vaya mierda de carrera, te ha ganado una niña"

“Recuerdo una vez que estábamos en un circuito y un padre se acerca y le dice a un niño: ‘¡Vaya mierda de carrera que has hecho, te ha ganado hasta la chica!’. Yo tendría 12 años. No dije nada, porque era pequeña. Por suerte, el hacernos ver ha ido cambiando un mundo que era más machista hace 10 años, como el planeta en general”, reivindica Marta García, quien prefiere quedarse con un enfoque positivo de lo vivido. 

Instante de un Gran Premio de la W Series disputado en Singapur donde participó la piloto española Marta García.

Instante de un Gran Premio de la W Series disputado en Singapur donde participó la piloto española Marta García. / EFE

“Cada vez hay más mujeres en estructuras de comunicación, en departamentos de ingeniería… Esto va a ir en crecimiento como una pirámide, solo que no se puede hacer todo de un día para otro. Nosotras hemos abierto el camino a otras niñas. Tienen referentes, algo imprescindible para cumplir el sueño de estar en la Fórmula 1 o en otras categorías”, sentencia Marta García.

Ella convirtió una carrera ocasional en un circuito de karts en un recorrido vital y profesional al que este año quiere sumar carreras viendo la bandera a cuadros antes que sus rivales. Juntas contribuirán a quebrar una barrera más difícil que la del sonido que han conseguido acallar con sus méritos en la pista.