Champions League

Rodrygo se corona en la Champions ante el rey emérito: "Es una obligación llegar a la final"

El brasileño resultó decisivo ante ante el Chelsea con sus goles, como la temporada pasada | Su doblete le llena de moral y se autoimpone ganar para seguir creciendo

Rodrygo, junto a Cucurella en una acción de partido.

Rodrygo, junto a Cucurella en una acción de partido. / EFE

Fermín de la Calle

El 4 de octubre de 2002, antes del partido, Benzema fue a entrar en Stamford Bridge, con los auriculares puestos y un aire distraído, cuando el guarda de seguridad le pidió el pase. El francés, que no llevaba su acreditación, no se podía creer que el 'steward' no le reconociese y le dejase entrar. Entonces apareció Ancelotti, con su talento habitual, y le dijo: "¡Corre rápido o no podrás jugar!". Evidentemente, Karim encontró el pase y aun no habiendo aparecido, habría entrado.

Y luego se 'vengó' anotando los tres goles del triunfo de los madridistas. No pudo marcar ante el Chelsea en la vuelta, pero estuvo activo en una eliminatoria que coronó a Rodrygo. Carletto le elogió entonces, advirtiendo que "Karim está cada día mejor, como un buen vino. Cada día es más líder, se siente cada vez más importante en este equipo y en esta plantilla.

Y creo que eso es lo que marca la diferencia". Esta vez llegó al campo sin problema, con su acreditación de jugador y una sonrisa del 'steward'. De hecho, el revuelo que había a su entrada se debía a la llegada del rey emérito, que coincidió en hora con el desembarco de los madridistas. 

Todos los focos estaban puestos en Karim. Los datos asustaban a la parroquia local. Benzema llevaba 14 goles y dos asistencias en los últimos nueve partidos de eliminatorias de Champions, siendo los últimos 11 goles contra equipos ingleses. Es cierto que este año había bajado el ritmo goleador, pero tras el Mundial se ha disparado de nuevo.

Explota Rodrygo

Arrancó con un incidente que le condicionó el resto de partido. En un balón largo, Thiago Silva le pisó sin querer en el empeine y el francés no se terminó de recuperar del lance. Pero no se escondió. Comenzó a descolgarse para ayudar en la salida de la pelota y el espacio que liberó lo comenzó a aprovechar un Rodrygo deslumbrante.

El brasileño venía de ser el mejor en Cádiz y en Londres se echó el equipo a la espalda. Avisó con un disparo al palo en la primera mitad, y ante la vigilancia especial a la que sometieron a Vinicius ganó protagonismo. Hasta que en el minuto 58 recibió un pase en profundidad de Militao, ganando por centímetros el cruce a un defensa rival. Todo esto con Courtois en su plan habitual de héroe impertérrito.

La obligación de ganar

Se plantó en la línea de fondo y puso un pase medido a Benzema, que no llegó por poco. Pero la pelota cayó en los pies de Vinicius en el segundo palo y el brasileño, en lugar de disparar, asistió a Rodrygo, que se incorporó al remate y marcó un gol fundamental. El segundo lo firmó empujando un gol cuya autoría correspondía a Valverde. Rodrygo volvía ser clave con sus goles, como el año pasado ante el Chelsea, el gol que llevó el partido a la prórroga, y los dos ante el City.

"No sé explicar lo que pasa con esta competición. Es muy especial para mí. Todas las veces que he jugado he podido hacer algo. Quiero seguir así, metiendo más goles y ganando", aseguraba Rodrygo tras el encuentro, quien reconoció que "es un placer estar en el Real Madrid, el equipo más grande del mundo, donde es obligatorio ganar y llegar hasta la final. Esperamos seguir así". El brasileño se coronaba ante el emérito y su impulso vuelve a ser clave en el camino hacia la Decimoquinta.