Fútbol

Rodrygo da a los blancos un triunfo con aroma a pretemporada

Los goles de Benzema, RDT y Rodrygo cierran un choque entretenido y sin intensidad que Vinicius presenció desde el palco

Fermín de la Calle

El duelo que medía al Real Madrid y al Rayo Vallecano acumuló toda la emotividad en los minutos previos y finales del partidoEn esos gestos, mensajes y pancartas que intentaron escenificar el posicionamiento de los protagonistas ante el racismo. Una vez echó a rodar el balón, un gol de pillo de Benzema abrió el marcador en la primera parte. Y en la recta final un disparo seco de RDT y una gran jugada de Rodrygo sellaron en el marcador un merecido triunfo local con aroma a pretemporada.

Con Vinicius sentando en el palco a la derecha de Florentino Pérez se jugó un partido que sirvió para mandar un mensaje claro: no hay hueco para el racismo en el fútbol español. Algo que ahora hay que ratificar con hechos, decisiones y sanciones y que no quede en un mensaje tan bienintencionado como vacío. En ese ambiente a caballo entre comprometido y festivo se midieron dos equipos que suelen regalar partidos atractivos con muchos goles y más oportunidades.

Gol de Benzema

Ancelotti apostó por un once híbrido con caras reconocibles como Benzema, Modric, Rodrygo, Kroos o Valverde adelante, siendo lo más estrambótico fue la apuesta de Rudiger como lateral zurdo. El Rayo salía con su once de gala para tratar de seguir enganchado a la lucha por una plaza en competición europea. Y el partido amaneció atrevido, con mucha ida y vuelta. Hubo oportunidades en las dos porterías, donde trabajaron Courtois y Dimitrevski. Hasta que a la media hora un bote neutral fue aprovechado con picardía por Kroos para servir a Valverde y este a Benzema, quien pese a estar cojeando regateó al portero rival y adelantó al Madrid. Ante las protestas claras de los vallecanos.

La segunda parte mantuvo el tono distendido del partido. Más descaro que intensidad en un encuentro en el que se plasmaba claramente que ambos equipos tienen finiquitada la temporada más allá de que los blancos mantengan el pulso por la segunda posición con el Atlético, o los rayistas no se resignen a bajar los plazos en la pelea por ir a la Conference League.

Huérfanos de la alegría de Vinicius

No hubo muchas ocasiones, aunque sí muchas visitas a las áreas. A los blancos, huérfanos de la alegría de Vinicius, se les aceleraba el pulso cuando la pelota llegaba a los pies de Modric o de Rodrygo. En los del barrio de Vallecas Álvaro García y Trejo ganaban peso con el paso de los minutos. El partido estaba en el alambre y la incertidumbre del marcador ofrecía una emoción que mantenía al público enganchado al duelo con Ancelotti e Iraola muy metidos en el juego.

La salida de Ceballos y Asensio le dio algo de aire al ataque blanco, pero el portero rayista seguía siendo un espectador más. No había sensación de peligro, pero sí de inquietud. Y así fueron goteando los minutos hasta el final en un encuentro sin agresividad ofensiva que se terminó diluyendo como un azucarillo. Cuando el Madrid ya daba por hecha la victoria, RDT empató en el minuto 82 en un zarpazo seco que entró entre las piernas de Tchouameni. Gol al que respondió Rodrygo instantes después coronando una buena jugada personal para decidir el choque. Ganaban los de Ancelotti, a los que les faltó el colmillo de un Vinicius al que el fútbol no debería permitirse el lujo de verlo sentado en el palco en lugar de jugando sobre el césped.