Fútbol

Montiel, el Señor Lobo de los penaltis que ha hecho campeón a Argentina y al Sevilla

El lateral derecho marcó el lanzamiento decisivo tanto en la final del Mundial de Qatar como en la de la Europa League: "Soy un privilegiado"

Los jugadores del Sevilla celebran el gol de Montiel.

Los jugadores del Sevilla celebran el gol de Montiel. / EFE

Sergio R. Viñas

Gonzalo Montiel, de profesión superhéroe. Llámenle Señor Lobo si quieren, como aquel personaje de ‘Pulp Fiction’ interpretado por Harvey Keitel al que llamaban para solucionar problemas. Quién se lo iba a decir. Quién le iba a decir que acabaría esta temporada siendo campeón del mundo con Argentina y de la Europa League con el Sevilla. Así, sin mayor matiz, ya sorprende.

Pero ni en sus mejores sueños hubiera imaginado que, además de los títulos, fuera a tener tan capital protagonismo en ambas hazañas. Hace menos de seis meses, en Qatar, tras cabalgar a lomos de Leo Messi durante un mes, marcó el penalti decisivo que le concedió el ansiado tercer Mundial a Argentina.

El árbitro mandó repetir

¿Qué posibilidades había de que volviera a suceder? ¡Y en la misma temporada! Pero en Budapest, Montiel recorrió los alrededor de 40 metros que separaban el centro del campo del punto de penalti con la oportunidad de repetir heroicidad. Pita el árbitro, Gonzalo coge carrerilla, golpea le balón… y Rui Patricio lo detiene.

Ya, era demasiado redondo todo como para ser verdad. ¿Otra vez? Pues no… pero sí. Porque el VAR, esa maquinita diabólica que un rato antes había (bien) anulado un penalti de Ocampos, cazó a Rui Patricio adelantándose en el lanzamiento. El destino, qué generoso, le concedía a Montiel una nueva oportunidad. Y ahí ya sí, el círculo se cerró, Montiel marcó y el Sevilla ganó su séptima Europa League.

“Me quedé con lástima por errarlo. Pero al ver que el portero se había adelantado, vi que tenía otra ‘chance’. Y ahí ya no la desaproveché”, comentó él, todavía sobre el césped del Puskás Arena.

Desde el banquillo

Como en Qatar, ni siquiera había sido titular. Como allá, en Doha, en Budapest también salió al campo en la prórroga. Ni el atlético Nahuel Molina podía más entonces ni a Jesús Navas le alcanzaba el aire este miércoles. Y allá que salió Montiel, para meter piernas frescas, que dice el tópico, al partido. ¿Pensó Lionel Scaloni que estaba dando entrada a quien le iba a convertir en leyenda? Seguro que no. Mendilibar, tampoco.

Soy un privilegiado, doy gracias a Dios por levantar una Copa”, resumía él, parco en palabras, ante los micrófonos de Movistar+ tras la final. Ni siquiera quiso darle importancia a un hecho curioso. Mendilibar y sus jugadores armaron la lista de lanzadores y su turno era el del quinto penalti. “Iba a tirar el último en principio, pero hablaron entre ellos y lo cambiaron”, dijo después el técnico vasco.

Montiel: "Me adelanté"

¿Se adelantó porque confiaba en repetir momento de gloria? “Se dio así, me adelanté y se pudo dar”, explicó el protagonista, sin querer desvelar si en realidad quiso o no tentar a la suerte.

Frío en sus declaraciones, se mostró mucho más emotivo en la celebración, en la que se hizo acompañar de una bandera de Argentina, rematada con su rostro, una Copa del Mundo y la inscripción "Lucas, Teté y Ema, siempre presentes". "Son mis amigos que fallecieron, del barrio donde nací y me crie. Siempre los tengo presentes", explicó el doble héroe más inesperado que jamás contempló el fútbol.