El Celta se impone al campeón de LaLiga y permanece un año más en Primera División

El Celta de Vigo permanece en Primera División. Los de Carvalhal, no sin tensión, se impusieron por 2-1 al Barça gracias a una gran actuación individual de Gabri Veiga, que anotó un doblete en el que parece haber sido su último partido de celeste. El Celta salió a por la victoria y no tardó en generar su primera ocasión. Gabri Veiga, con un disparo desde la frontal del área, sería el protagonista, pero Ter Stegen atajó en dos tiempos. El de O Porriño tuvo la segunda al quedarse sólo ante el meta alemán, pero su control se fue largo y se fue por línea de fondo. Tras 9 minutos llegó el primer susto para los olívicos. Un mal remate de Lewandowski le cayó a Kessié en el área y este anotó el 0-1, aunque sería anulado por el VAR por un fuera de juego milimétrico. Los catalanes se habían hecho con la posesión y parecían más cómodos tras el arreón inicial del Celta, aunque la siguiente ocasión volvió a ser para los locales. Ter Stegen, muy seguro una vez más, detuvo el chut de Seferovic.

Con el paso de los minutos la dinámica del partido se volvió la esperada: El Barça tenía la posesión y el Celta intentaba hacer daño con transicciones rápidas tras robo. En el minuto 25, Kessié volvió a aparecer en el área rival para perdonar ante Iván Villar, que envió a córner. A la salida de este, el Celta salió al contraataque en lo que parecía una gran opción para estrenar el marcador, pero Carles Pérez, con buenas opciones de pase a ambos lados, disparó a manos de Ter Stegen. Kessié, una vez más, tuvo el gol en su cabeza, pero el remate salió rozando el poste de la portería de Villar.

En el minuto 37, tras un tramo más calmado, el Celta tuvo una de las más claras de la primera parte. Carles Pérez desbordó por banda derecha y puso un centro al segundo palo. Galán se la dejó a Óscar Rodríguez, sólo en el área, y su remate mordido salió ligeramente desviado. Lewandowski, acto seguido, probó suerte desde la esquina del área y su tiro se fue al palo.

Finalmente, fue el Celta el que abrió la lata. Una pérdida de De Jong en campo propio permitió a Seferovic recibir al borde del área, encontró a Gabri Veiga, y este definió con un gran disparo cruzado inalcanzable para Ter Stegen, que ya podía superar el récord de Liaño. El gol, antes del descanso, levantó al celtismo.

El partido se reanudó con un sólo cambio, la entrada de Gavi por Christensen, lo que indicaba que el Barça quería la remontada. Los culés continuaron siendo dueños de la posesión y el Celta buscaba salir al contraataque, especialmente con Carles por la derecha, que no estuvo muy fino en sus centros. Kessié, una vez más, fue el que probó suerte desde lejos y su disparo se fue muy elevado.

El tiempo transcurría y los resultados, tanto en Balaídos como en otros campos, pues el Valencia perdía en el Villamarín y Almería y Valladolid no pasaban del empate.

Pasada la hora de partido, Xavi introdujo a Dembelé y Ansu Fati buscando nuevas ideas en ataque. Sin embargo, las sustituciones no salieron como esperaba. En una nueva contra por la derecha, Gabri Veiga vio sólo a Seferovic en el segundo palo, y su centro, que parecía haber salido mal, acabó convirtiéndose en un golazo, 2-0. Balaídos estallaba de alegría, y con esta nueva ventaja, se tranquilizaba mucho más.

Gabri Veiga, tras su doblete, pegó una última carrera antes de dejar su lugar a Tapia, y Balaídos, consciente de que el de O Porriño les había dado la salvación en el que probablemente sería su último partido como celeste, ovacionó al chaval, que se retiró entre lágrimas.

Los visitantes continuaron con la posesión, y tras la entrada de Aspas en el minuto 75 (acompañada de una nueva ovación), Ansu Fati recortó distancias con un cabezazo a pase de Dembélé.

El Barça continuó dominando, pero apenas generó ocasiones y el marcador no se movió, de forma que el Celta selló su permanencia un año más en Primera División. Doblete de Gabri Veiga en su más que probable despedida, gran ambiente en Balaídos y fiesta celtista por la salvación en una jornada agónica.

El valladolid baja a segunda

La última jornada condenó al Real Valladolid al descenso. Los pucelanos, que se la jugaban en casa ante un Getafe en horas bajas, lo intentaron de todas las formas pero no consiguieron pasar del 0-0, por lo que se mantuvieron en la 18ª plaza consumando su descenso. Hasta el minuto 85 estaban salvados por la derrota del Almería, pero un gol de penalti de Embarba puso el 3-3 ante el Espanyol y sacó a los andaluces del descenso. Por otro lado, Betis y Valencia empataron a unos, al igual que Cádiz y Elche.