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Fútbol

Dembélé besa el Balón de Oro en la madurez de su carrera

El delantero francés, cumplidos los 28 años, supera en las votaciones a Lamine Yamal

Dembelé gana el Balón de Oro 2025.

Dembelé gana el Balón de Oro 2025. / Mohammed Badra / EFE

Joan Domènech

Joan Domènech

Barcelona

Diez años le ha costado a Ousmane Dembélé confirmar algunos pronósticos que le apuntaron como un potencial ganador del Balón de Oro cuando irrumpió con estrépito en el mundo del fútbol. Lo ha conseguido alcanzada su madurez profesional, cumplidos ya los 28 años, después de firmar una temporada excepcional, respaldada por la Champions League del Paris Saint Germain, el único título de mérito ante la falta de oposición en las competiciones francesas.

Dembélé firmó 35 goles y 14 asistencias en su segunda campaña en el Parque de los Príncipes, reeducado futbolística y tácticamente por Luis Enrique, que ha sabido manejar al imprevisible delantero, capaz de generar interjecciones de asombro y decepción sucesivamente. "Ha sido una temporada increíble", dijo el delantero francés, sobrepasado por la situación, con el galardón más preciado por cualquier futbolista, frente al imponente Theatre du Châtelet, ante la élite del fútbol, al lado de Ronaldinho, estrella ilustre, como él, del Barça y el PSG.

Luis Enrique, "mi padre"

No faltó, sin embargo, un episodio de crisis entre ambos cuando el entrenador le castigó por incumplir “de manera grave sus obligaciones” y que, con el tiempo se transformó en una decisión trascendental en la carrera de Dembélé, que firmó la campaña de su vida. Su llamada al escenario a las 11 de la noche, en el culmen de la gala, lo corroboró. "Luis Enrique es como mi padre, es mi padre", explicó, antes de que se le entrecortara la voz al mencionar a su madre, presente en el patio de butacas.

Paris Saint-Germain's Ousmane Dembélé reacts as he receives the 2025 Men's Ballon d'Or during the 69th Ballon d'Or awards ceremony at the Theatre du Chatelet in Paris, Monday, Sept. 22, 2025. (AP Photo/Thibault Camus)

Ousmane Dembélé recibe el Balón de Oro. / Thibault Camus / AP

Dembélé desató una fiesta en París que comenzó en el interior del teatro, con invitados coreando su nombre en los parones de su parlamento. Recordó su formación en el Rennes y su paso por el Borussia Dortmund, antes de detenerse en el Barça, "el club en el que siempre soñé jugar". "El lugar donde cumplí mis sueños fue el Barcelona, donde pude aprender al lado de jugadores increíbles como Messi e Iniesta", comentó.

El triunfo de Dembélé convalidó la apuesta que hizo el Barça en 2017 por aquel prometedor delantero francés de 20 años, que el verano anterior había firmado por el Borussia Dortmund por cinco temporadas (procedente del Rennes), y en el siguiente firmaba por otras cinco temporadas por el Barça. Fue el elegido por la junta de Josep Maria Bertomeu para cubrir la marcha de Neymar. Así de meteórica era su progresión.

Con el Rennes había irrumpido en la Ligue 1 con 12 goles y 5 asistencias, en la Bundesliga se presentó con 6 goles y 12 asistencias y en el Barça se encogió a 3 y 6, víctima del maldito taconazo que le dio por hacer en el campo del Getafe, en su tercer partido de azulgrana. Aquella rotura del tendón del bíceps femoral izquierda fue el origen de todos los males posteriores, tal vez el origen de su descompensación muscular que le generó otras roturas posteriores en la pierna derecha junto con su incorrecta alimentación y un deficiente descanso para un deportista profesional.

Xavi Hernández le recuperó y se peleó con Joan Laporta para que le renovaran por un año con el contrato cumplido (2022), después de que a directiva le apartara, precisamente, por no haber querido ampliarlo. Dembelé se comprometió a una sexta campaña, y terminó marchándose mediado el verano de 2023. Dejó 50 millones en las esqueléticas arcas -se cobraron 35, el resto se los emboló el agente-, muy lejos del 105 más 40 en variables que costó.

Sólo Dembélé estaba en disposición de batir la sólida candidatura de Lamine Yamal, que se presentó en París con los 18 goles y las 25 asistencias que ayudaron a conquistar tres títulos con el Barça (Liga, Copa del Rey y Supercopa), a los que añadió uno con España (la Liga de las Naciones) después de su consagración el verano anterior con la Eurocopa. Era un nombre al que seguir desde entonces y que ha sido fácil de encontrar a menudo en las crónicas periodísticas y en los vídeos de los highlights. El futbolista del Barça terminó segundo en las votaciones, flanqueado por otro representante del PSG, el portugués Vitor Machado, Vitinha, Cuarto quedó Mohamed Salah, el delantero del Liverpool y quinto fue Raphinha.

Lamine Yamal se marchó de París igual que la primera vez que fue invitado a la gala de 2024 para codearse con la élite: con el premio Raymond Kopa al mejor jugador joven. Entonces estableció un récord de precocidad- y el octavo lugar en el Balón de Oro. Un año después revalidó la misma distinción y escaló al segundo puesto. Tiene tiempo aún para ser el futbolista más joven en levantar el Balón de Oro y batir el registro que estableció Ronaldo Nazario, que tenía 21 años y 92 días al ser elegido en 1997. Con 18 años y 71 días, todavía, el delantero de Rocafonda tiene un amplio margen de tiempo. Y para coleccionar más Kopas, que premia al más joven de 20 años.

Acudió Lamine Yamal con un amplio séquito de 25 personas entre amigos y familiares y la esperanza de desbancar a Dembélé de los pronósticos. Era uno de los favoritos a los dos galardones, con Raphinha y Pau Cubarsí litigando en cada uno de ellos, respectivamente. Pedri y Robert Lewandowski se quedaron en casa, asumiendo sus pocas opciones, confirmadas por la clasificación final: quedaron en los puestos 11º y 17º. Pau Cubarsí, el otro jugador que voló a París, fue el séptimo en el Kopa. Hansi Flick, nominado a mejor entrenador, no se levantó de la butaca. Tampoco Joan Laporta, con el Barça aspirando a la elección de mejor equipo masculino y femenino.

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