Birutis y Robertson mantienen en la nube al Monbus Obradoiro

El Monbus Obradoiro no se baja de la nube. Visitaba al mediodía de este domingo a un Herbalife Gran Canaria en crisis, con el club isleño apelando a la necesidad de ganar tras cinco derrotas consecutivas, pero el equipo santiagués confirma cada jornada que su arranque dista de ser anecdótico. Con Laurynas Birutis de nuevo en modo MVP (19 puntos, 12 rebotes y 31 unidades de valoración), bien secundado por Kassius Robertson (21 tantos) y por la mejor versión de Jake Cohen (10 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias), el Obra conquistó su quinta victoria en siete jornadas (75-85). Fue un duelo marcado por la igualdad en el que la presencia del pívot lituano en el último cuarto hizo la diferencia.

Apostó el Gran Canaria por un quinteto alto, con Dimsa de 2, Shurna de 3 y una pintura con Costello y Wiley, y sufrió el Obra para contener esa diferencia física, mientras en ataque se multiplicaban las pérdidas de balón visitantes (seis en el primer cuarto). Aupado por su gran acierto desde la larga distancia, el conjunto santiagués mantuvo la cara (11-11, min. 5), y bajo el liderazgo de Kassius Robertson encontró la vía para responder al ritmo anotador local.

El escolta canadiense, que brilló en la visita al Real Madrid del pasado martes (26 puntos), asumió la responsabilidad ofensiva del Obradoiro en el inicio, a pesar de que el Granca sacaba rédito de cada posteo ante una defensa sin la solidez necesaria (23-18, min. 9). Entonces llegó la asistencia dos mil en Liga Endesa de Albert Oliver, en su primer compromiso como visitante en Las Palmas desde 2013: su pase por la espalda propició el 3+1 de Robertson (23-22, min. 9). Sendos triples de Okoye y Daum cerraron un parcial en el que el acierto era la nota predominante (26-25, min. 10), pues el Obra exhibía un 6/7 desde más allá de la línea de 6,75 metros.

Creció la solidez visitante aunque, en su reaparición tras dos partidos ausente, volvió a caer lesionado Daum a causa de una acción fortuita (30-32, min. 13). El aro empezó a cerrarse para ambos, pero los de Moncho Fernández encontraron entonces a Laurynas Birutis. Con la presencia del lituano, la ayuda de Álex Suárez y el mayor control en las pérdidas, llegó la máxima renta de la primera parte (38-44, min. 20), antes de que un alley-oop de Albicy a Wiley redujese a tres puntos la diferencia al descanso (43-46).

El ritmo del encuentro ya se había ido frenando paulatinamente, y tras la pausa de acentuó esa tendencia, a la par que crecía la presencia de Birutis. Se desplomó el acierto de ambos en el tercer cuarto (6/16 en tiros de campo de los locales, 4/15 de los visitantes), y a pesar de que el Gran Canaria mejoró en la lucha bajo los aros, se mantuvo la renta del Obra (51-57, min. 27). Entonces emergió la figura de Frankie Ferrari. Inédito hasta entonces, el base se echó a sus espaldas al cuadro de Porfi Fisac y prácticamente solo firmó la remontada, que Oliver dejó sin efecto con dos tiros libres al final del tercer cuarto (60-61, min. 30).

Se aventuraba otro final de infarto, en el que cada posesión exigiría absoluta concentración, pero el Obradoiro encontró la mejor versión de Jake Cohen desde su llegada a Sar. El ala-pívot asumió galones y contribuyó a mantener la igualdad (70-70, min. 36). Entonces el equipo de Moncho Fernández tuvo claro a quién quería buscar. Insistió una y otra vez en un Birutis que no encontró freno en la defensa amarilla, y con la aportación también decisiva de Robertson llegó la escapada definitiva (71-77, min. 38). Una antideportiva de Costello a Oliver a un minuto del final finiquitó las últimas esperanzas del Gran Canaria. El Obra celebró la quinta victoria por todo lo alto y ya piensa en el Valencia Basket, rival del martes en Sar (21.15 horas).