Celebrada con éxito y sin ningún problema la primera Andaina de 50 km postcovid
Cerca de doscientos andaregos de toda Galicia se dieron cita en Padrón el pasado sábado cumpliendo las medidas de seguridad
La pandemia provocada por el coronavirus covid-19 obligó a suspender todas las pruebas de la Copa Galega de Andainas, un circuito auspiciado por la Federación Gallega de Montaña, que debía haberse iniciado erl 28 de marzo con la Andaina Bisbarras do Sar en Padrón.
A continuación se celebrarían, por este orden, las de As neves, Entrimo, Pontevedra, Santiago (organizada por el C.D. Fontiñas), Salceda de Caselas, Brión, la localidad portuguesa de Melgaço (que se incluye en el circuito gallego), Ferrol, la ruta del colesterol de Boqueixón, todas ellas sobre una distancia de 50.000 metros para runners o andaregos.
La única de 100 kilómetros que se celebra en nuestra comunidad estaba fijada los días 27 y 28 de junio por los montes del Barbanza con salida y llegada en Lousame.
Se completaba la Copa Galega con las pruebas de 50 km de Ribeira y Viana do Bolo.
Las restricciones impuestas por la pandemia obligaron a suspender todas ellas dadas las exigencias sanitarias y de participación que decretaron las autoridades deportivas de la Xunta.
Una vez que circulamos por la nueva normalidad, y a pesar de esta segunda oleada, los organizadores de la Andaina del Sar decidieron trasladar su celebración para el 19 de septiembre y, tras obtener los correspondientes permisos de la secretaría xeral de Deportes, de la Federación Galega de Montaña y el propio Concello de Padrón, se disputó con la participación de 183 atletas y andaregos, de los que 168 completaron los 50 kilómetros y otros 14 se quedaron en treinta. Solo hubo un abandono. Recordar que para el 28 de marzo había una inscripción récord de 537 participantes.
La andaina fue un éxito al cumplirse todas las normas para evitar contagios: toma de temperatura antes de una salida que fue escalona, entre las 7 y las 9 de la mañana, en grupos de seis o menos participantes como máximo.
Todos llevaban su mascarilla en los avituallamientos, al paso por zonas pobladas (en el monte no eran obligatorias, aunque algunos las emplearon) y a la salida y llegada, donde también debían guardar una distancia de seguridad de dos metros entre cada uno.
Conviene destacar que las normas se cumplieron a rajatabla y que todos los participantes dieron un ejemplo cumpliendo y haciendo cumplir los protocolos establecidos por la secretaría xeral para el Deporte de la Xunta.