Derrota del Obra para despedir el curso

Incluso en el cuerpo técnico se lo preguntan. “The last dance?” (¿El último baile?), publicó en sus redes sociales Víctor Pérez, entrenador ayudante de Moncho Fernández, minutos antes del partido junto a una foto del staff que ha dirigido el rumbo del Monbus Obradoiro desde el año 2010. Centrados en terminar la temporada, la derrota de este domingo en la pista del Hereda San Pablo Burgos (83-77) cierra el ejercicio y quién sabe si también el capítulo más glorioso en la cincuentenaria historia del club.

Se sabía de antemano que el Burgos sería sexto al final de la fase regular y el Obra decimocuarto, con los objetivos de ambos cumplidos desde hace tiempo. Por eso el obradoirismo buscaba alicientes más allá de la clasificación, pensando en si sería la última vez del grupo que ha dirigido desde el banquillo el destino del equipo santiagués durante la última década, o de buena parte del plantel que apenas ha podido disfrutar en vivo y del que prácticamente solo penden incógnitas de cara a la próxima temporada.

El posible último baile empezó como debía, con Laurynas Birutis, el mejor con 19 puntos y 7 rebotes (valoró 27), danzando en la pintura del Coliseum (2-6, min. 3). Los de Moncho Fernández aplicaron el manual y exhibieron solidez en defensa y paciencia e ideas claras en ataque, surtiendo de balones al poste lituano que pese a sus fallos desde la línea de personal situó la máxima renta visitante (6-15, min. 5).

Empezó a aparecer Renfroe en el bando local mientras el Obra acusaba las rotaciones porque Daum o Enoch demostraron que este no era su día. La sequía anotadora del equipo santiagués propició que el Burgos igualase con un triple de Renfroe (16-16, min. 8) y el otro base estadounidense, Omar Cook, sumó otro acierto exterior para firmar una ventaja que Ozmizrak anuló casi sobre la bocina (21-21, min. 10).

En el segundo cuarto el Obradoiro no encontró ni las buenas opciones el inicio de partido ni el acierto necesario para recuperar la ventaja, aunque dos triples seguidos de Beliauskas y Ozmizrak enfriaron la reacción local (25-29, min. 14). Moncho completó su rotación de doce jugadores dando entrada a Rafa García y Álex Suárez mientras enfrente se iban sumando Benite, Salash o McFadden. Así, un parcial de 11-2 volvió a colocar por delante a los actuales campeones de la Champions League y la Copa Intercontinental, pero la respuesta de Birutis y de Robertson evitó males mayores (42-40, min. 20).

El paso por los vestuarios dio otra vuelta de tuerca al panorama. Se inició el tercer periodo con dos aciertos de Kravic y McFadden (46-40, min. 21), pero en los siguientes diez minutos el Burgos únicamente pudo anotar tres canastas más. Lo aprovechó el Obra apoyándose en Birutis, Robertson y Czerapowicz para cimentar un parcial de 9-25 culminado con una canasta de Ozmizrak (55-65, min. 28). En este tramo el equipo santiagués fue claramente superado en la batalla por el rebote, pero supo seleccionar sus tiros para alcanzar el cuarto definitivo con una buena ventaja (58-67, min. 30).

SECOS. En un choque marcado por la irregularidad, al Obradoiro le tocó la cruz en el momento decisivo, porque su ataque se secó, sufrió para hallar los lanzamientos que antes sí aparecían y se sucedieron los errores, incluso en los tiros libres. Cook y Barrera comprimieron el marcador con sendos triples (67-69, min. 33) antes de un lapso de casi cuatro minutos sin que se moviese. Lo desatascó una vieja pesadilla del Obra, Thad McFadden, con diez puntos seguidos en el bando local para pasar del 67-69 al 77-74. El conjunto santiagués no encontró argumentos para evitar una derrota que cierra un curso largo y complicado saldado con otra permanencia.

Toca ya pensar en el después, con la participación en la Liga Endesa 2021/22 garantizada aunque con un elenco prácticamente sin protagonistas. Las próximas semanas se aventuran claves.