Disfrutan y hacen disfrutar
ESTA ES UNA DE LAS MEJORES sensaciones que existen en el deporte. Ambas plantillas se encuentran en una gran versión de juego, donde sumar una nueva victoria será clave antes del parón liguero que durará dos semanas debido a la Copa del Rey y las ventanas de selecciones. El conjunto andaluz ha logrado dos triunfos en tres partidos reaccionando en los minutos decisivos a base de fe y mucha sangre fría. Continúan aferrándose a sus opciones de permanencia dada la igualdad en la zona baja de la clasificación, en la cual hay cuatro equipos a dos victorias de diferencia.
El bloque dirigido por Luis Casimiro ha conseguido cierta sinergia que optimiza su juego, cada vez más coral, aumentando su número de asistencias en el último mes. Esa compenetración entre los jugadores neutraliza todos aquellos problemas que sufrían hace meses, reduciendo su número de pérdidas y ganando la batalla reboteadora a sus rivales. Con la reciente llegada de Wiley, las zonas pasaron de ser una pesadilla a dominarlas con autoridad. Emparejados sobre Brown y Pasecniks construyen un buen equilibro ofensivo que otorga un plus de energía y físico realmente fuerte, que favorece su transición a campo abierto.
El no encontrar la capacidad para detener las hemorragias defensivas a base de rotaciones en ayudas o alternancias sobre estructuras colectivas zonales, provoca conceder un excesivo número de contraataques y fallos en acciones de bloqueo.
Ese será el punto de partida sobre el que deberá incidir el Monbus Obradoiro. La combatividad en el rebote y su mejora defensiva sobre línea exterior tendrán un papel decisivo a la hora de desarrollar un ritmo que incomode por completo a los béticos.
El primer acto del Obradoiro contra Andorra fue el soñado por su entrenador. Moncho Fernández había señalado en la previa que minimizar las pérdidas, subir el nivel defensivo y tener más acierto serían las claves. Y todo eso lo vio en los primeros 15 minutos donde su quinteto más en forma sacó lo mejor de sí mismo logrando batir al rival por dos veces tras la remontada.
La mentalidad en este tipo de batallas lo es todo. Ganar desde la defensa, luchar cada balón buscando anticiparse en la lectura del rival, ser rápidos en bloqueo directo para presionar las primeras líneas y ser generosos con el pase harán que los cuarenta minutos sean una agonía para el cuadro visitante.