Dos partidos
EL PRIMERO, aunque jugado el miércoles, tuvo una puesta en escena muy mala con un 4-14 en apenas 4’ de juego que marcó lo que iba a ser el tran tran del
partido. El Estudiantes mandando siempre y el Obra por detrás sin hacer los deberes en el 1 contra 1 defensivo, en el rebote y en el balance defensivo. Tampoco hubo forma de parar a un Avramovic muy incisivo que fue el que nos mató, faltaron las segundas ayudas y ponerle algún tapón como los dos que le endilgó el sábado en el partido ante el Herbalife Diop. Cambiaron el rumbo de un duelo que los canarios tenían medio perdido y acabaron ganando. Lo mejor fue el maquillaje del resultado final y el acierto de Ozmizrak desde el triple, aunque le falta bastante en lo físico para poder ser competitivo defensivamente.
El segundo, contra el Baskonia, a priori era un duelo muy difícil o al menos parecía casi imposible por el estado de forma de uno y otro equipo. Pero el durísimo partido de Euroliga que disputaron ante el Barça 46 horas antes y la retirada de Vildoza con molestias en la rodilla daban esperanza. Iba a escribir “a las puertas de Sar”, pero sin público Sar no es lo mismo y el Obra lo nota muchísimo porque es un campo caliente que aprieta, apoya y ayuda siempre. Otros equipos, con menos público o más frío notan menos ese hándicap inexplicable de la ausencia de público en los pabellones que desde el CSD imponen, cuando en otros deportes y competiciones lo hemos visto, restringido y con las más que lógicas medidas de distanciamiento, en las gradas. A ver si con la desescalada y con todo el rigor y restricciones que sea necesario, puede volver a permitirse un aforo controlado.
Volvemos al partido, en el que el Obradoiro estuvo compitiendo y muchas veces por delante en el marcador hasta el 72- 66 a falta de 7’30’’. Tras una antideportiva de Ozmizrak, esta vez sin puntería con 1 de 8 en tiros de campo, Ivanovic mete en pista a Henry y con ese dúo dinámico que conforma con Vildoza, rompen con mucha facilidad la exhausta defensa del Obra y, además, en defensa colapsan con su intensidad y oficio las líneas exteriores locales, que no contaron desde dentro de la zona con ninguna aportación salvo la de Daum.
Sin puntos de Birutis, que sigue sin piernas y fuerza, con Enoch mermado y con Cohen con un 0 de 7 en triples, la brega de Suárez no fue suficiente para conseguir un equilibrio interior-exterior en el juego de ataque que permitiese tener opciones de ganar un partido otra vez perdido en el tramo final. Aunque queda mucho, hay jornadas en las que los de atrás, jugando uno contra otro, forzosamente suman. En ésta, el Bilbao ganó al Betis, y en la próxima, Estudiantes u otra vez el Bilbao, tendrán otra victoria, por lo que, desde la tranquilidad y con la pausa necesaria hay que romper esta mala racha. Del arbitraje comentar que después de haber visto el partido en directo y dos veces en vídeo todavía no le encuentro explicación a la gran diferencia en los tiros libres. Lo hicieron requetepeor condicionando el resultado.