Duelo de gigantes en busca de la gran final del Mundial

La selección española de balonmano tratará de alcanzar hoy (20.30 horas, Teledeporte) por tercera vez en su historia la final de un Mundial con un triunfo sobre Dinamarca, en un duelo de semifinales en el que los Hispanos tratarán de imponer su madurez competitiva a la brillantez del conjunto danés.

Una madurez que ha permitido al cuadro español, como ya ocurriera en el pasado Campeonato de Europa, transmitir la sensación de que domina en todo momento los partidos, sea cual sea el marcador.

Y es que los Hispanos, ganadores de los dos últimos Europeos, parecen tener claro en cada minuto qué hacer y cómo hacerlo, lo que les permite afrontar con una pasmosa tranquilidad las dificultades que se les presentan a lo largo de los partidos.

Fruto de la inteligente gestión del seleccionador Jordi Ribera, que no sólo ha permitido a España llegar más fresca que sus rivales al tramo decisivo del torneo, gracias a su política de rotaciones, sino que además ha conseguido que cada jugador se sienta protagonista.

Una circunstancia que ha posibilitado al conjunto español no sólo ya ir mejorando partido a partido, sino ir ganando jugadores para la causa. Tal y como ha quedado claro con el central Dani Sarmiento, que tras un gris arranque de campeonato, ya fue fundamental en el triunfo sobre Noruega, donde el cangués Rodrigo Corrales fue decisivo en la portería. Pero el caso del jugador canario no es el único, como evidencia la evolución del pivote Rubén Marchán, un debutante en un gran torneo internacional.

Argumentos que han afianzado las posibilidades de la selección española ante el durísimo reto que le aguarda ante el conjunto danés, el vigente campeón del mundo, que llega a la cita tras las dudas que generó en cuartos ante Egipto.

Dinamarca no sólo cuenta en sus filas con dos de los mejores jugadores del mundo, el portero Niklas Landin y el lateral Mikkel Hansen, sino con una interminable colección de talentos. Jugadores como el pivote Magnus Saugstrup Jensen o el jovencísimo lateral Mathias Gidsel, una muestra más de la facilidad del país nórdico para generar jugadores capaces de hacerlo todo bien.

Los daneses castigan cada mínima indecisión de sus rivales, por lo que los Hispanos deben cuidar cada posesión, sin perder la fluidez necesaria para hacer llegar el balón a los extremos y pivotes.