En pretemporada, no te lesiones

Acaba de empezar una nueva pretemporada y ya tenemos las primeras víctimas de lesiones musculares. Afectan a cualquier jugador, destacado o no en sus clubs y como en alguna temporada anterior, no se libra ni el considerado mejor futbolista del mundo, Leo Messi. Las lesiones típicas suelen ser: rotura fibrilar en el sóleo, recto anterior y bíceps femoral, ya que son los músculos a los que más se les exige en pretemporada.

Hablamos de músculos que tienen una intervención muy directa en el juego. El recto anterior es el responsable del golpeo y el bíceps femoral es el músculo de la velocidad. El sóleo, que junto con los gemelos forma el tríceps sural, es un músculo de contracción lenta que se rompe cuando ya no puede acumular más fatiga.

En las lesiones musculares existen muchos factores desencadenantes: alimentación inadecuada, poca hidratación, falta de descanso, movimientos descoordinados, etc. Sin embargo todos los profesionales de la medicina y preparación física sabemos que, para competir con garantías, el jugador debe gozar de un estado físico óptimo. En caso contrario pone en riesgo su salud en forma de lesiones. Y con eso pocas bromas. Si el fútbol se separa de la Fisiología y se acerca al marketing compromete muy seriamente el rendimiento físico de los jugadores en las distintas competiciones.

La pretemporada en fútbol es fundamental en el plano físico. Son cuatro o cinco semanas con entrenamientos bicotidianos (mañana y tarde), alimentación y descanso adecuados. Esto garantiza la adaptación a los esfuerzos y a los estímulos que en volumen e intensidad debe asimilar el organismo de los jugadores después de un mes de descanso.

Además, sabemos que el músculo une el órgano endocrino, ya que cuando se contrae libera una serie de hormonas que son fundamentales para muchos órganos internos de nuestro organismo. Hay estudios muy recientes que han demostrado que el trabajo actual de fuerza debe ir encaminado más al perfil fisiológico que al estructural (hipertrofia). Esto lleva más tiempo pero sus efectos son mas duraderos. Y en fútbol el trabajo de fuerza es básico.

Si después de diez días de entrenamiento metemos en un avión a los jugadores y recorremos medio mundo para jugar partidos muy exigentes su musculatura no aguantará tanta tensión y se romperá.

Por lo tanto seamos sensatos sobre todo en los clubs con menos poder económico y pongamos los medios para que nuestros futbolistas disfruten de su profesión, esa distancia desaparezca y así limitemos las lesiones.