Chiesa emula con su gol a su padre Enrico, quien marcó en la Euro 1996
Cierra el círculo el jugador de Italia, primer hijo que anota tras su progenitor en el torneo
Roma. Federico Chiesa, autor del gol que impulsó el sábado el pase de Italia a los cuartos de final de la Eurocopa tras la prórroga ante Austria (2-1), cerró un círculo abierto por su padre Enrico Chiesa, quien también vivió la alegría de marcar en el torneo continental en 1996. Es la primera vez que padre e hijo marcan en las Eurocopas.
Era la Eurocopa inglesa de 1996 cuando Enrico Chiesa, jugador del Sampdoria, firmó un gran gol ante República Checa en Liverpool. Ahora le tocó a Federico vivir la alegría, al firmar el gol del 1-0 para acabar con el sufrimiento de la selección azzurra.
Su padre era un número 10 de gran técnica y jugó con Fiorentina, Sampdoria, Lazio o Parma, con el que conquistó la Copa UEFA de 1999; su nombre podía representar una presión añadida para Federico, nacido en 1997, pero el extremo juventino ha demostrado tener carácter para saberla gestionar.
Crecido en el Fiorentina, Federico Chiesa impresionó desde sus primeros días en la Serie A. En 2016, el entonces técnico del club toscano, el portugués Paulo Sousa, le lanzó como titular contra el Juventus y el chico de 18 años tuvo una prestación asombrosa por la banda derecha. Impactó al Juventus, que cuatro años después le ficharía por 50 millones de euros.
En su primer año, Chiesa marcó catorce goles, tres en octavos de final de la Liga de Campeones contra el Oporto, sin evitar la eliminación.
Pero su carácter, su velocidad, su dinamismo y su fuerza física las valoró el seleccionador de Italia, Roberto Mancini. Este sábado en Wembley, con una Italia en estado de confusión, Mancini lo sacó a jugar al final y él marcó. De paso, Italia batió su récord con 31 partidos sin perder. El récord total lo tienen España y Brasil, con 35. A. MONTOLIVO