Excesivo castigo para un Monbus Obradoiro de más a menos

El Monbus Obradoiro encajó ante el Lenovo Tenerife su decimotercera derrota en veinte encuentros de Liga Endesa (71-97), con una diferencia excesiva que se multiplicó en el último periodo. Tras casi tres semanas de parón, el cuadro santiagués retomó la competición con un encuentro en el que empezó a gran nivel, pero su ataque se secó desde el ecuador del segundo cuarto y en el último fue arrollado por un adversario que se consolida entre los cuatro primeros clasificados. Kartal Ozmizrak debutó con alguna acción brillante y la buena actuación de Mike Daum (21 puntos) y de Kassius Robertson (17) resultó insuficiente.

Finalmente Chris Czerapowicz, que llegaba con el cartel de duda por una inflamación en el tobillo, ni siquiera se vistió para jugar y es una incógnita saber si llegará a tiempo de enfrentarse al Estudiantes el miércoles. Su baja se unió a la de Albert Oliver, con una distensión muscular, y a la de Antonis Koniaris, que negocia su salida del club a petición del propio base griego.

Como era de prever, el Tenerife empezó cargando el juego sobre Giorgi Shermadini, el jugador más valorado de la Liga Endesa. Fueron suyos los primeros siete puntos del encuentro (0-7, min. 2), antes de que Mike Daum tomase la responsabilidad en el bando local. Como alero, el americano encendió la chispa del ataque y llevó al Obra a igualar el marcador (9-9, min. 5). Fue en ese momento cuando se produjo el esperado debut de Kartal Ozmizrak en la Liga Endesa, y el base turco dejó algunos destellos de lo que puede dar, especialmente con su visión de juego.

Funcionó bien el ataque santiagués, con un constante movimiento de balón y acierto tanto en la zona como en el perímetro, lo que llevó a una máxima renta local de cuatro puntos (19-15, min. 8; 21-17, min. 9). En el Tenerife, Marcelinho Huertas tomó el relevo de Shermadini y dirigió al plantel canarista hasta dar la vuelta al marcador antes de que Robertson respondiese con su tercer triple del cuarto para cerrarlo (24-22, min. 10).

El base brasileño resultó un dolor de muelas para la defensa del Obradoiro, manejando a la perfección el bloqueo y continuación, como es habitual, pero el conjunto local aprovechó su inspiración ofensiva para escaparse. Con el baloncesto coral y el acierto de los mejores días, el Obra alcanzó su máxima ventaja de la primera parte (37-28, min. 14). Entonces el ataque se secó, porque en más de cinco minutos los locales solo sumaron una canasta de Pozas. Entre tanto, Huertas seguía controlando las operaciones aunque el equipo de Moncho Fernández intentó desactivarlo con una defensa zonal, que no evitó que un parcial de 2-10 comprimiese el marcador al descanso (39-38, min. 20).

La tónica se mantuvo en el tercer cuarto. El Obra había perdido fluidez y, consecuentemente, acierto. Subió sus prestaciones defensivas el Tenerife y el equipo santiagués sufrió para encontrar a sus referentes, por lo que los visitantes no necesitaron un gran caudal anotador para escaparse en el marcador (44-52, min. 26). Para colmo, las faltas personales solo se apuntaban en la mitad izquierda del electrónico, lo que condicionaba la defensa local. Así, el Tenerife llegó a los dos dígitos de ventaja (50-61, min. 30), que Robertson recortó con dos tiros libres antes del cuarto definitivo (52-61, min. 30).

Un triple de Muñoz alimentó las esperanzas locales en el inicio del cuarto periodo (55-61, min. 31), pero la respuesta del Tenerife fue letal. Un triple de Huertas arrojó un jarro de agua fría y Fran Guerra sumó dos puntos más al colgarse del aro con mofa incluida a Enoch que provocó la técnica al pívot local por lanzar el balón al canario. La jugada solo costó un tiro libre, pero evidenció la frustración que ya se intuía en el Obra, que no hizo sino crecer con un triple de Butterfield y una canasta tras robo de Yusta (55-72, min. 33). Moncho Fernández cortó la dinámica pidiendo tiempo muerto, pero la situación se confirmó irreversible aun con más de siete minutos por delante. El Tenerife se gustó con el marcador a favor y disparó la ventaja hasta certificar su victoria con un parcial de 19-36 en los últimos diez minutos.